
El policía acusado negó los cargos
1 minuto de lectura'
(Télam).- El subinspector de la Policía Federal Gastón Somohano, procesado por el crimen de Ezequiel Demonty y acusado por otros dos efectivos imputados de ser el principal responsable del hecho, se declaró ayer inocente y dijo que el verdadero asesino es un hombre que está detenido en la cárcel de Villa Devoto por otro delito.
La madre del joven asesinado, Dolores Sigampa, en tanto, se paró frente a los nueve policías federales imputados y, entre sollozos, les preguntó si su hijo les había hecho algo para que lo obligaran a arrojarse al Riachuelo y si se habían divertido con eso.
El crimen de Demonty se produjo el 14 de septiembre de 2002, cuando fue obligado por policías federales, al igual que otros dos amigos suyos, a arrojarse al Riachuelo a pesar de que no sabía nadar. Los jóvenes habían sido detenidos momentos antes por los efectivos de la comisaría 34a y habían sido llevados hasta la vera del Riachuelo, en Pompeya.
Ayer, Somohano dijo que no había tenido nada que ver con la muerte del muchacho y acusó del crimen a un preso del penal de Villa Devoto, de nacionalidad peruana, llamado Anthony Gamarra.
Para hoy está prevista la declaración testimonial de los dos jóvenes que fueron detenidos junto a Demonty y que salvaron sus vidas tras nadar hasta la otra orilla del Riachuelo.





