
En pleno desierto, La Pampa fundó su versión de Las Vegas
Se llama Casa de Piedra y esperan que atraiga a los turistas
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CASA DE PIEDRA.- La Pampa tiene su nuevo pueblo. Se llama Casa de Piedra, está situado frente a un enorme lago artificial y quiere convertirse en una suerte de "Las Vegas del subdesarrollo".
Los casinos y sus ruletas y tragamonedas todavía no están, pero ya proyectan instalar uno. También, al menos un par de hoteles.
El gobernador, Carlos Verna, fue el encargado de inaugurar anoche la nueva localidad, ubicada a 400 kilómetros al sudoeste de Santa Rosa, en medio del desierto. El primer mandatario dijo que esperan la concurrencia de pescadores y turistas de toda la zona.
Ya hay habilitadas veinte casas municipales, todas con ladrillo a la vista y techo de chapa verde, y que no cuentan con cercos divisorios.
También se ven 14.000 plantas, un lago de 36 mil hectáreas, más plantas, viento y decenas de obreros levantando más casas. Además, hay un montón de servicios que dicen que costaron 12 millones de pesos: cloacas, riego artificial, caminos, energía eléctrica, alumbrado público, agua potable y un muelle.
Pero, por el momento, Casa de Piedra es un pueblo donde falta absolutamente todo lo que tiene cualquier pueblo de cualquier país: no hay ningún niño, no hay perros, no hay alumnos con guardapolvos blancos ni maestras con imperturbable cara de enojadas ni abuelos que se pongan a jugar al chinchón, entre otros juegos, para matar al aburrimiento.
Tampoco hay gallinas y ninguna iglesia que indique fehacientemente en qué dios hay que confiar. Ni siquiera hay canillitas repartiendo diarios y mucho menos esos personajes cuasi de circo que con megáfono en mano andan comprando colchones y baratijas.
Todavía por acá no se ve nada de eso. Todavía. Pero, siempre tan creyentes algunos, ya prometen una iglesia con cruz y todo. Y a los chicos generalmente no hay que andar pidiéndolos: llegan en el momento menos esperado.
Por ahora se ve sólo el lago, el paso de algún auto que anda apurado, el viento que también corre alocado y las truchas que en el lago se empecinan en engordar.
El proyecto para establecer un centro poblado junto al primer lago patagónico no es nuevo, pero durmió durante años en un cajón. Y fue la administración vernista la que lo desempolvó en 2004 para transformarlo en uno de los caballitos de batalla de su gestión.
Mucho tiempo
En La Pampa hacía 70 años que no se fundaba un pueblo. En el país, la última ciudad fue La Punta, una localidad de San Luis que los hermanos Rodríguez Saá inauguraron en 2003.
"Queremos brindar servicios turísticos para una demanda potencial de 700.000 habitantes que residen en La Pampa, Neuquén y Río Negro y a miles de turistas de paso", dijo el delegado de Casa de Piedra, Exito Gianforte.
"El gobierno ya hizo su aporte económico. Ahora esperamos la inversión privada", manifestó Verna. El acto se hizo anoche. La villa se llenó de luz. Casi como si fuera Las Vegas, se planeaba el cierre con fuegos artificiales.





