La sonda Philae envió miles de datos del cometa 67P
Science publicó un número especial con siete trabajos que revelan como nunca antes la naturaleza de estos cuerpos
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El 12 de noviembre del año pasado, la sonda Philae tuvo un aterrizaje accidentado en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, pero eso no impidió que enviara un tesoro de información científica a la Tierra mientras estuvo operativa.
La revista Science acaba de publicar una edición especial con siete trabajos sobre sus descubrimiento. Según los datos enviados por sus instrumentos, la sonda está apoyada en una capa de menos de 3 cm de polvo y una mezcla compacta de hielo y polvo. Sus sensores indican que la temperatura en la superficie del cometa varía entre -180° C y -145° C durante el día. Pero eso no es todo: varios dispositivos recolectaron moléculas desde una altura de 10 km después del contacto inicial y hasta que finalmente se posó en su superficie. Este proceso registró 16 compuestos orgánicos, cuatro de los cuales nunca habían sido detectados en un cometa. Entre ellos hay algunos que pueden conducir a la creación de aminoácidos y azúcares que pueden encontrarse en las moléculas de ADN.
Hasta ahora, muchas de las hipótesis acerca de los cometas se basaban en observaciones indirectas. Ahora, por primera vez, los científicos tienen información de primera mano sobre su composición. Para tener una mejor idea de su interior, dirigieron señales electromagnéticas a través del núcleo hasta Rosetta, que estaba en el lado opuesto. Esto les permitió determinar que tiene una gran porosidad, de entre 75 y 85%.
La colección de imágenes tomadas por las cámaras de Philae revelan una superficie fracturada con una variedad de rocas granuladas. Los científicos afirman que esta información les permitirá comprender como nunca antes la naturaleza de los cometas.





