Los volquetes, sin control en la ciudad

El control de los volquetes en la Capital es prácticamente nulo. Así lo pudo comprobar LA NACION después de una recorrida por distintos puntos de la ciudad en la que halló más de una docena de contenedores en infracción de la norma que establece los horarios y los lugares de emplazamiento.

Tampoco se sabe oficialmente cuántas firmas prestan este servicio a empresas de construcción, ya que en el registro obligatorio para la habilitación del rubro sólo figura una empresa. Incluso las adjudicatarias de obras del gobierno contratan empresas de volquetes que no están registradas.

El martes pasado, tres jóvenes murieron después de chocar el automóvil que conducían con un volquete que estaba estacionado en la avenida Santa Fe. Aunque ese contenedor no estaba en infracción, se abrió la polémica sobre la regulación de ese negocio.

En el gobierno argumentaron que una de las razones por las que los controles son escasos obedece a la normativa, que evalúan como confusa. Sin embargo, el Código de Edificaciones establece en su apartado 5.14.4 los requisitos que deben cumplir los volquetes para permanecer en las calles. También el Código de Faltas incluye multas a los contenedores que estuvieren mal ubicados, sin las balizas correspondientes o sin identificar, multas que llegan a los 2000 pesos.

Según la norma, los responsables de controlar y aplicar las sanciones son los funcionarios de la Dirección General de Limpieza, que depende del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, conducido por Juan Pablo Piccardo. Sin embargo, en esa cartera sostienen que "no queda tan claro".

A pesar de la discusión, la Dirección General de Inspección de la Subsecretaría de Higiene Urbana, que cuenta con 200 inspectores, detalló a LA NACION que desde diciembre del año pasado se labraron 171 actas de infracción a volquetes. Las causas fueron varias: ubicación indebida, falta de señalización y, en todos los casos, contaminación en el contenido.

"El volquete está creado para llevar áridos, pero los vecinos los llenan con otro tipo de residuos y terminan mezclados con desechos orgánicos. Ahí intervenimos nosotros", explicó Carlos Díaz, responsable de la repartición de control.

El funcionario reconoció, sin embargo, que los controles pueden fallar. Por ejemplo, anteayer, sobre la avenida Córdoba al 1600, estaba estacionado un volquete que no tenía ni la pintura ni el estado que exige la normativa, y que era usado por un concesionario del gobierno porteño en el arreglo de una vereda. Además, incumplía con los horarios establecidos. Según la ley, los volquetes pueden estacionarse en avenidas donde no está permitido estacionar sólo en horario nocturno. Este volquete recibía escombros a las 16.15. "Puede pasar", reconoció Díaz cuando LA NACION lo consultó.

Enrique Malamud, encargado de un quiosco a pasos de la obra, contó: "Lo saca y lo trae la gente de la municipalidad. El contenedor está acá desde que empezaron los trabajos, hace unos días".

En la Defensoría del Pueblo de la ciudad indicaron que debe trabajarse en la ley para que funcione correctamente el sistema. Y reconocieron que los volquetes "no es lo que más se controla".

LA NACION se comunicó con la Unión de Propietarios de Volquetes (puede leerse UPV en algunos contenedores) y una persona que se identificó como Diego aseguró que las empresas impulsan un proyecto para regularizar la actividad. Según contó, la agrupación reúne a unas 60 empresas que se dedican a alquilar volquetes en la Capital (el servicio cuesta unos 150 pesos por día). Pero también opera en la jurisdicción otro centenar de compañías radicadas en territorio bonaerense.

"Sabemos que es un problema. Una comisión está trabajando en la normativa para regularizar esta situación. Incluso como muchas empresas ni siquiera pueden acreditar la propiedad de los volquetes quedan decomisados y después de un tiempo pasan a ser patrimonio del gobierno", agregó Díaz. Según el funcionario, el gobierno tiene hoy unos 800 volquetes decomisados.

Eduardo Epszteyn, legislador de Diálogo por Buenos Aires, denunció a principios de este año que se arrojaban ilegalmente escombros: "Hay un descontrol muy fuerte. Existe ausencia de regulación, de control y posibles situaciones de corrupción. Yo denuncié hace varios meses el traslado irregular de escombros a la calle Varela y a la Ceamse [Coordinación Ecológica del Area Metropolitana Sociedad del Estado] porque la ciudad asume el costo de la transferencia de los escombros".

Qué dice la ley

• Código de Edificación : establece las medidas reglamentarias de los volquetes, así como también las características que tienen que tener. En los contenedores debe figurar el nombre de la empresa y tienen que estar pintados con pintura reflectante. Deben estar en buen estado.

• Registro : sólo pueden prestar el servicio de recolección de escombros las empresas inscriptas en el Registro Municipal de las Empresas Contratistas de Obras en la Vía Pública. En la actualidad, sólo hay una empresa inscripta.

• Estacionamiento : la normativa establece que en calles y avenidas donde el estacionamiento general vehicular está prohibido, la prestación del servicio sólo puede hacerse entre las 21 y las 6 del día siguiente, de lunes a viernes, y a partir de las 12 del sábado hasta las 6 de la mañana del lunes inmediato.

• Código de Faltas: un volquete mal estacionado o en horario no permitido es sancionado con multas de $ 500 a $ 2000. Uno sin balizas, con multas de $ 500 a $ 2000. Y uno sin identificar, con multas de $ 100 a $ 1000.

• Ley tarifaria : cada volquete habilitado debe pagar a la administración porteña $ 137 por semestre.

Por Laura Rocha

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