
Misterioso doble crimen en una casa quinta de Villa Elisa
En la propiedad había obras de arte, pero no las robaron
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LA PLATA.- La policía y la Justicia investigaban el asesinato del hijo de un prestigioso galerista de arte porteño y de su pareja, ocurrido en la madrugada del domingo en la casa que ambos poseían en la localidad de Villa Elisa, en las afueras de esta ciudad.
A pesar de que en la vivienda había valiosas pinturas y esculturas, los agresores sólo se llevaron la camioneta de la pareja y un televisor lo que, sumado a la saña con que golpearon al hombre, hace pensar a los investigadores que no fue el robo el móvil de los atacantes.
Los cuerpos maniatados y sin vida de Nicolás de Sousa, de 28 años, hijo del galerista de arte Aldo de Sousa, y de su novia Antonia Zárate, de 29, fueron hallados anteayer al mediodía.
El hombre, que yacía cerca de la puerta de entrada de la casa, había sido golpeado en la cabeza con un objeto duro y romo, y tenía el rostro desfigurado.
En tanto, la mujer, de nacionalidad paraguaya, había muerto por asfixia. La policía sospecha que el o los atacantes la sorprendieron cuando estaba acostada en su cama y le taparon la boca y la nariz con una cinta de embalaje, para impedirle respirar.
El cuerpo de la mujer -que, según una versión no confirmada por los investigadores, estaba embarazada- fue hallado en el suelo, junto a la cama. No presentaba golpes ni signos de violencia sexual, según fuentes judiciales.
De la casa, ubicada en la esquina de las calles 413 y 27 de Villa Elisa, sólo faltaban la camioneta de la pareja, una Jeep Grand Cherokee gris, y un televisor.
Sólo querían matar
El o los asesinos no se llevaron ninguna de las obras de arte que De Souza atesoraba allí para luego ponerlas a la venta en las galerías porteñas Aldo de Sousa y Art Melange, ambas de propiedad de su padre, quien también posee un sala de exposiciones en Cariló.
Si robaron dinero, no fue mucho: los allegados al hombre asesinado revelaron a los investigadores que De Sousa y su mujer no guardaban fuertes sumas en efectivo en su casa.
"Evidentemente, la intención era matarlos y no robarles", dijo uno de los investigadores a LA NACION. De otra manera, evaluó, "no se explica la saña" con que fue cometido el crimen.
Los cuerpos fueron descubiertos por Pablo, un hermano de Nicolás de Sousa, que fue a buscarlo porque no había asistido a una comida familiar.
El perro de la casa no ladró durante la noche de anteayer ni durante la mañana siguiente, por lo que se presume que el asesino era conocido de las víctimas. Los vecinos consultados dijeron que tampoco habían oído disparos ni ruidos extraños.
Por otra parte, no se encontró ninguna puerta ni ventana con la cerradura forzada, lo que indicaría que alguno de los miembros de la pareja abrió voluntariamente la puerta a quien luego los atacó y mató. La alarma que protege la vivienda no sonó.
Al cierre de esta edición, los cuerpos eran examinados por peritos forenses para determinar cómo ocurrieron ambas muertes.
El doble crimen es investigado por el fiscal Sergio Delucis, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N° 4 de esta ciudad, y por personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) platense, de la policía bonaerense.
Tanto el fiscal como los detectives de la DDI continuaban ayer examinando el lugar del crimen con la intención de hallar pistas que permitan avanzar en la identificación del o de los autores del doble homicidio. Mañana, en tanto, se conocerían los resultados de las autopsias.





