Nació sin brazos y se transformó en una artista con magia en los pies
En Neonatología le preguntaron a su mamá si quería conocerla pese a su discapacidad; quién es la mujer que conquistó el corazón de Carlos Tévez y León Gieco
Ella es una artista y a través de su arte conquistó el corazón de figuras como León Gieco o Carlos Tévez, a quien le dedicó un mural. Distinto a lo que el mundo está acostumbrado, su magia no radica en sus manos, sino en sus pies.
Antonella Semaán nació con una malformación congénita por lo que no tiene brazos. El apoyo de sus seres queridos y el amor propio que fue desarrollando hicieron de ella una artista. En diálogo con LA NACION, en la reciente entrega de los premios Bienal de ALPI, resume: "Si uno se quiere y tu familia te acepta, todo se da naturalmente".
Cuando nació, en Neonatología le preguntaron a su mamá si quería conocerla pese a su discapacidad. "El primer gesto que tuvo mi mamá para conmigo fue querer conocerme y darme la oportunidad de demostrarle que podía ser su hija perfectamente", cuenta -a sus 26 años- Antonella quien se crió entendiendo que "es natural el rechazo a lo distinto, no es raro que alguien te rechace, lo raro es la inclusión y eso es lo que hay que dar vuelta porque lo raro tendría que ser que te pregunten si querés conocer a tu hija".
"Mi mamá fue la que decidió sacarme adelante y hacer de mí una chica libre e independiente". Así, arrancó a los seis meses un tratamiento con una terapeuta ocupacional con la que entrenaba la motricidad fina a partir de distintas técnicas y recuerda que jugaba a sacarle y ponerle los anteojos a su terapeuta.
Su familia fue el motor que la impulso a desarrollarse desde que era chica y a ganar la independencia y libertad que necesita para salir adelante, pero considera que lo que debe cambiar es la visión de la sociedad frente a la discapacidad. "Quisiera ser una más, que seamos todos el cambio y yo ser parte de eso", dice.
Para Antonella lo importante es que las personas con discapacidad no se aíslen sino que se hagan visibles. Por eso ella sale al mundo dejando el miedo a la mirada ajena atrás y no duda en usar sus pies para comer en un restaurante o para cebar mate, alzando la pava con sus pies, en el jardín de su casa. "Como yo me quiero, pretendo que me quieran", dice y explica que no esconderse es la clave para generar el cambio: "Yendo a una universidad pública o viajando en transporte público, hago que el otro me acepte; consciente o inconscientemente, voluntaria o involuntariamente, se hace esa inclusión que creo, es consecuencia de nuestra visibilidad".
Y así es, siempre. En medio de la entrevista que se llevó a cabo en el Senado de la Nación durante los premios de esta asociación que se dedica a la rehabilitación de personas con discapacidad motriz, una persona se acerca a Antonella para pedirle un autógrafo. Con gran naturalidad, la joven se quita el zapato y con su pie traza su firma en la hoja.
Magia en los pies
Cuando era chica, esta joven artista soñaba con convertirse en cajera de supermercado pero quería saber si eso era posible por eso comenzó a buscar personas que tuvieran su misma discapacidad. En ese entonces no existían las redes sociales por lo que la búsqueda fue cuesta arriba pero, de todos modos, encontró lo que buscaba: un referente. Fue María del Pilar Benítez Velozo, miembro de la Asociación de Pintores con la Boca y el Pie, quien le abrió las puertas al mundo del arte.
Al punto en que hoy Antonella es estudiante de la licenciatura en Artes Visuales en la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Pintó un mural de Carlos Tévez para Nike bajo el lema: "Tus pies pueden ser tus manos". Explica que la idea era combinar su magia con la que el Apache lleva en los pies. Con esta obra obtuvo el León de Oro como mejor publicidad en la vía pública en el Festival Cannes Lions (Francia).
También, participó de la road movie Mundo Alas que se creó a raíz de un recital que se llevó a cabo en la Casa Rosada y que reunió a otros artistas con discapacidad.
Antonella también combinó el universo de las pinceladas con el de la música y estuvo en recitales de León Gieco pintando lo que sucedía mientras que él cantaba y bailó en el videoclip de la canción Hoy Bailaré. "Hoy bailaré hasta que se conviertan en polvo mis pies", dice León Gieco. Y Antonella baila, ríe, dibuja y sueña porque sabe que puede.