Nuevo "no" de la Iglesia al preservativo
Contra lo que se esperaba, el Vaticano reafirmó su rechazo por el método de prevención que más recomiendan los especialistas
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ROMA.- Pese a ser el Día Mundial del Sida, enfermedad cuya propagación parece imposible de detener en todo el mundo, el Vaticano ratificó ayer su negativa absoluta al uso de preservativos, incluso entre marido y mujer.
Al reafirmar esta prohibición y proponer la castidad como "mejor" remedio al mal, la Santa Sede tiró por la borda las expectativas sobre eventuales cambios de posición sobre este tema. En los últimos meses, en efecto, al considerar "un mal menor" el uso de profilácticos entre cónyuges, algunos prelados habían creado cierta ilusión de que algo podría cambiar en la doctrina de la Iglesia Católica. Pero no fue así.
Quien confirmó ayer la tradicional línea dura de la Santa Sede fue el arzobispo mexicano Javier Lozano Barraghan, al hablar en un congreso internacional de sida en el Vaticano.
"No hay duda de que lo más importante es la prevención de la enfermedad -dijo el arzobispo-, y en los casos de aquellos que la contraen a través de la relación sexual, el mejor remedio es la castidad en el matrimonio y fuera de él, aunque esto signifique ir contra la corriente en una sociedad pansexualista como la contemporánea; sin embargo, la ley de Dios sigue siendo actual."
Cuestión de dignidad
El arzobispo, que es presidente del Pontificio Consejo para los operadores sanitarios, siguió: "¿Es posible usar preservativos? Claro. Muchas personas los usan. Pero si me preguntan si son lícitos según la doctrina católica, la respuesta es no, porque esto no es éticamente admisible". "Nosotros -añadió- nos oponemos al uso de los preservativos porque no respetan la dignidad absoluta de la persona humana." La Iglesia Católica se opone a cualquier mecanismo que, en una relación entre hombre y mujer, impida artificialmente la eventual procreación.
Barraghan también rechazó las acusaciones que pesan sobre Iglesia Católica en cuanto a que con su posición -contraria al preservativo- dificulta la lucha en contra del contagio del sida: "Africa ha sido inundada de preservativos, pero no han detenido la epidemia", sentenció.
Además, al admitir que "no es un secreto" que hay sacerdotes enfermos de sida, criticó la "morbosa" curiosidad que tienen los medios al respecto.
La reafirmación del tajante "no" del Vaticano al uso del preservativo fue en sintonía con otros pronunciamientos que hubo este año en temas que atañen a millones de católicos en el mundo. Hace una semana, por ejemplo, en un documento la Santa Sede reiteró que no hay que equiparar los matrimonios con las uniones de hecho, y en julio último recordó que los católicos divorciados que volvieron a casarse por civil no pueden comulgar, a menos que vivan absteniéndose de toda relación sexual.
Mientras el Vaticano insistió en sus posiciones, el gobierno italiano aprovechó de la jornada mundial del sida para proponer una rebaja en el precio de los profilácticos, que en promedio salen cerca de un dólar cada uno.
Tanto el ministro de Salud, Umberto Veronesi, como su colega de Igualdad de Oportunidades, Katia Belillo, consideraron el preservativo "un excepcional instrumento de prevención del sida" y se comprometieron a estudiar de qué forma reducir su precio ya que se trata de un fármaco.
Aunque desde hace dos años en Italia se redujo la mortalidad por el sida, se registran unos 2000 nuevos casos por año, y 800 muertos.
Rusia duplicó los casos desde 1999
- BERLIN (AFP).- La epidemia de HIV/sida que ya se propagó en todas las regiones está a punto de estallar en Europa del Este, donde Rusia está fuertemente afectada, según el informe anual de Onusida y de la Organizaación Mundial de la Salud. En esa región 700.000 personas hoy viven con el virus contra 420.000 de 1999. El caso más particularmente dramático es Rusia, donde se pasó de 130.000 casos de portadores a 300.000 en poco más de un año. El primer foco se comprobó en 1996 entre drogadependientes del puerto norteño de Kaliningrado.




