Pellegrini: la carrera de América del Sur que genera una pasión insuperable

¡Hombres, caballos, gloria! Es lo que esperamos hoy en el gran hipódromo. Ya es parte de la historia, porque es nuestro fantástico San Isidro, en donde se volverá a correr la prueba más importante de América del Sur: el Gran Premio Carlos Pellegrini (2400 metros); en esa distancia y con un solo codo, como sólo se puede en la Argentina; en el gran circuito del Jockey Club.

Y lo demuestran los caballos, esos grandes atletas con sus cascos en la cancha y casi unos 500 kilos de bríos y rebeldía. También los jinetes, porfiando con la acosadora balanza y, nosotros, los aficionados, turfman, burreros y jugadores. Una mesa, un trago, un boleto y el aliento a "nuestros" mejores. Porque, por allí pasaron, el "Pulpo" Leguizamo; "Mingo" Torterollo; el "Yacaré" Antúez; el "más bueno de los buenos" (Valdivieso); Falero o Ricardinho.

Hoy habrá otros chicos "carasucias", con ojeras limpias de antiparras, esperando ese disco (meta) por plata, por fama y, si apuntan a lo mejor, por parecerse a al atleta más digno y querido del ambiente: "Valdi". Un caballo nos dará el anca en el paseo y su floreo en la corrida; un zaino mostrará los britches de un jockey en los que se podrá leer, por caso, el apellido Falero. Después, cansado, desensillará un jinete y llegará hasta la balanza. Otro ojeará el marcador con la sed de un aljibe.

Los pingos buenos no se sudan. Los carasucias, recién salidos de la escuela de aprendices, se sacan fotos con susto frente a las viejas y clásicas pizarras; esas escritas con tiza. "Ay Palermo, me tenés seco y enfermo". "Ay San Isidro, aunque te estén descuidando, seguís siendo el más lindo." Preguntales a los de afuera o a los que ya no están: aquellos "catedráticos" que "siguen dando clase" en la tribuna oficial. Y?, garzonier, carreras, timba, copetines deliciosos y un "tapis vert" amoroso engalana la reunión. Más allá del Pellegrini, aquí hay 300 hectáreas, con Palermo 500 y, si se hace una cuatrifecta, cobramos como 1600.

Pero en ese firmamento de gaviotas y de cielo burrero seguirán volando Penny Post, Mat Boy, Botafogo, Yatasto, Branding, Forli, Telescópico o Ultrasonido. Miles de familias de trabajo y la maravilla de estas imágenes: "¡Césped, arena y gloria!"

Por Mariano Wullich

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