Perseguirán desde hoy a la mafia de los taxis en Ezeiza
Tensión: varios choferes se opusieron al operativo para impedir el ingreso en el aeropuerto de taxistas y remiseros que acosan y estafan a los pasajeros desprevenidos.
Hoy puede ser un día decisivo en la conflictiva historia del transporte de los pasajeros que arriban al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, por ponerse en ejecución las medidas tendientes a erradicar la llamada "mafia de los taxis".
El dispositivo dispuesto por la jefatura de la terminal aérea -que "por razones tácticas" no estableció la hora en que dará comienzo- apunta a evitar el acoso de que son víctimas los viajeros a través del ofrecimiento indiscriminado, y muchas veces compulsivo, que les hacen choferes de taxis y remises para trasladarlos a la Capital Federal o localidades del conurbano.
A partir de hoy, quienes se sitúan en esta franja de sobreoferta tienen prohibido el acceso al hall de Ezeiza y sólo podrán operar en las calles exteriores al espigón internacional, en rigurosa cola y orden de llegada, tal como ocurre en el aeroparque metropolitano Jorge Newbery.
Junto con el propósito de liberar al pasajero del exceso de hostigamiento con el que se encuentra al llegar a la principal estación aérea del país, se pretende ponerlo a salvo de numerosos hechos delictivos, como el asalto, la estafa en el cambio (mediante el uso de dinero falso) o el aumento sorpresivo de la tarifa bajo cualquier excusa.
Sospechas de incidentes
Pese a la normalidad que se observaba ayer en el aeropuerto, La Nación pudo captar la tensión de las diversas partes involucradas en el tema, que no descartaron "la posibilidad" de que hoy se produzcan incidentes.
Floria Segría, secretario de la Asociación Civil de Propietarios de Taxis del partido de Ezeiza, manifestó su beneplácito por la medida adoptada por la Fuerza Aérea, a la que consideró "fruto del esfuerzo del gremio para procurar mejorar el servicio y, fundamentalmente, brindar mayor seguridad al pasajero".
Al no desestimar la probable reacción de sectores "que aquí actúan al margen de la legalidad otorgada a los permisionarios", Segría enfatizó: "Nosotros no les vamos a hacer el juego. Somos taxistas, no funcionarios, y sólo en ellos recae la competencia en la materia".
Continúa la pugna
Otras voces, las de los taxistas "independientes" no nucleados en ninguna de las cuatro firmas habilitadas para trabajar con stands dentro de la terminal, no sólo descalificaron la "gestión" de aquéllas "porque son parte de un curro oficializado", sino que manifestaron su decisión de "no irnos de aquí a pesar de lo que se haya dispuesto. Tenemos derecho a trabajar, como cualquiera ".
Los de este bando se niegan a identificarse. Aluden a las frecuentes agresiones de las que son víctimas y cuyos autores -dicen- pertenecen a las filas de los "oficializados" y el extremo más marginal, el que conforman "delincuentes que vienen a Ezeiza con la única idea de desvalijar a alguien, sobre todo si es una persona mayor, extranjera y no conoce bien este país".
Una disputa, en fin, que desde hace considerable tiempo protagonizan tres grupos. Ninguno dispuesto a ceder espacios en un negocio que, según los cálculos, se extiende más allá de los 3 millones de dólares anuales.