Revelan manejos dudosos en un plenario de forenses

A doce días de que La Nación publicara una investigación sobre denuncias contra el Cuerpo Médico Forense (CMF), que depende de la Corte Suprema de la Nación, Julio Ravioli, uno de sus principales integrantes, reveló que hubo procedimientos dudosos en un plenario donde, a pedido de la Justicia, el máximo organismo forense del país analizó la conducta de dos de sus miembros imputados en una causa.

Los forenses acusados son Carlos Fernando Poggi -hijo del vicedecano del CMF, Víctor Luis Poggi-, y Florencio Casavilla, también hijo de un forense.

"En el plenario circuló un informe donde las preguntas que envió el juzgado ya estaban respondidas. Muchos forenses lo firmaron, pero junto con otros colegas no quisimos adherir porque era como que no pasó nada, que todo estaba bien. Leímos el expediente y redactamos una nota al juez para que nos relevara de informar sobre obstetricia, algo ajeno a nuestra especialidad, pero el decano del CMF, el doctor (Armando) Maccagno, me dijo que no, que debíamos responder todo. Entonces hicimos otro informe."

Lo narrado a La Nación por el tanatólogo Ravioli coincide con parte de un anónimo que denunciaba la existencia de una mafia en el CMF y originó una causa judicial.

No se debatió

A veces acompañadas por la controversia, las autopsias y peritajes del CMF suelen encauzar o definir casos relevantes, como los de María Soledad Morales y Omar Carrasco.

De los dichos de Ravioli surge que no hubo debate previo en el plenario -el segundo en 101 años- que el CMF realizó en mayo para expedirse sobre la actuación de sus colegas Poggi y Casavilla, acusados de falso peritaje, falsificación de una historia clínica y encubrimiento de la presunta mala praxis de dos médicos de la Maternidad Sardá.

Una paciente de riesgo

Poggi y Casavilla habían dictaminado que fue correcta la labor de dos médicos de la Sardá que concluyó con la muerte de CristinaBritez Arce y del hijo que estaba a punto de dar a luz.

Cristina tenía antecedentes de hipertensión severa en el embarazo y aumentó más de diez kilogramos en un mes de gestación.

En una causa que lleva el juez Guillermo Carvajal, el fiscal Daniel Morín acusó a Poggi y a Casavilla de permitir que se adulterara la historia clínica para luego producir "un falso informe pericial". Ambos forenses no vieron los antecedentes de hipertensión que sí vio el perito de parte en el mismo material.

El escándalo estalló cuando otros dos forenses del CMF, Horacio Schiavo y Héctor Papagni, afirmaron en otro informe que Cristina era una paciente de riesgo y que debieron internarla dos meses antes del parto.

Un plenario vacuo

Para zanjar las diferencias se convocó a todos los miembros del CMF. El plenario, del que se excluyó a los psiquiatras, produjo tres informes que, en esencia, dan la razón tanto a Poggi-Casavilla como a Schiavo-Papagni. La Sala IV de la Cámara del Crimen lo cuestionó por su vacuidad, al tiempo que los querellantes Federico Garris y Concepción Britez Arce recibieron un extenso anónimo sobre presiones en el plenario y corrupción en el CMF. En el expediente del anónimo, a cargo del juez Mariano Bergez, el fiscal César Troncoso decretó que del texto no surgía "encubrimiento de delitos".

El decano Maccagno negó a La Nación las acusaciones del anónimo. Entre ellas, que el informe que más firmas cosechó en el plenario fue redactado por la defensa de los dos forenses acusados.

Cuando se le preguntó por qué en los casos resonantes actuaban los mismos forenses -Ravioli, Osvaldo Raffo y Osvaldo Curci-, Maccagno respondió que los elegía él o los jueces por su larga experiencia.

"Ahí también se equivoca el decano -dice Ravioli-, porque los pocos casos resonantes que tuve, como los de Cristina Onassis, el brigadier Rodolfo Echegoyen y Omar Carrasco, entraron cuando estaba de turno en la Morgue."

-¿En la Morgue, que depende del CMF, se adulteran autopsias?

-¿Sabe con todo lo que cargo por pedir la ropa de los baleados e informar, si es es el caso, que les dispararon a menos de 50 centímetros? Fotografío las balas por si las quieren cambiar en ... (cita otro organismo). Uno se juega y de pronto lo involucran en esas denuncias.

-El anónimo no lo menciona a usted. ¿Cómo fue el plenario? El decano Maccagno me dijo que habló con cada uno de ustedes para que actuaran con libertad.

-Claro, pero no tuve la libertad de poder decir que yo informaría sobre la muerte de Britez Arce y no sobre el aspecto obstétrico, que no es mi especialidad. Es como pedirle a un juez civil que trate penal.

-¿Por qué el plenario produjo tres informes? El primero lo firmaron 31 forenses, el segundo usted, Raffo y tres más, y un tercero tiene cuatro firmas. El de ustedes es más epistemológico.

-Es que no teníamos otro camino.

-De zafar.

-No. No era mi especialidad y el cuestionario era flojo. Si querían averiguar cosas concretas debían preguntar cosas concretas. Y la historia clínica era un desastre.

-Fue adulterada.

-No me consta. Esto es algo muy grande y me parece justo que la gente reclame. No estoy casado con los médicos. Ofrezco en revisión todos mis informes, con dictámenes contra profesionales por mala praxis. En el caso Britez Arce, la Academia de Medicina no quiso contestar...

-Dijo que no trata casos particulares.

-Es una decisión que tomó la Academia. ¿Usted sabe que tampoco quisieron responder la Facultad de Medicina (UBA) y la cátedra de Obstetricia?

-La cátedra dijo que no tenía recursos.

-Un papel y alguien que opine, ésos son los recursos.

-El plenario dejó la impresión de no querer perjudicar a dos colegas.

-Hubo un informe grande que firma la mayoría. El que quería firmar, firmaba. El informe circuló. Se podía leer el expediente sin sacarlo del CMF.

-¿Circuló con las respuestas al cuestionario ya respondidas?

-Estaban respondidas.

-Es lo que dice el anónimo.

-No lo conozco. Un grupo no estuvimos de acuerdo con ese informe, nos pareció que era como que no pasó nada, que todo estaba bien. Leímos el expediente y redactamos una nota al juez diciéndole que sólo responderíamos sobre la muerte.

-¿Le enviaron la nota al juez?

-No, primero se la llevé a Maccagno y la rechazó, dijo que debíamos responder todo. Entonces hicimos un informe aparte.

-¿Por qué se excluyó a los forenses psiquiatras del plenario?

-No lo sé, Son tan médicos legistas como nosotros. Se debió consultarlos si era un plenario.

-¿Quién redactó las respuestas del informe mayoritario que circuló para la firma?

-No sé quién lo escribió.

-¿Hay manejos sucios en la Morgue?

-Ninguno.

-¿Y en el CMF?

-No me puedo hacer cargo de las cosas de los demás, ni sé qué hacen los demás.

Por Jorge Urien Berri

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