Siguen los controles para evitar incidentes en rutas de acceso

Una imagen desacostumbrada se observa por estas horas en las autopistas de acceso a la Capital, donde se realizan obras para prevenir ataques y asaltos a los automóviles y ómnibus. Como primera medida, se están alambrando los puentes peatonales elevados.

De esta forma, se busca terminar con los robos a vehículos que se realizan mediante el arrojo de piedras o bulones para romper los parabrisas, lo que obliga a detener la marcha en zonas aisladas, propicias para el asalto.

Así fue como perdió la vida Abel Osvaldo Avellaneda, albañil de 59 años, el 28 de enero último, como consecuencia de las heridas que le causó una pedrada que rompió el parabrisas del micro de larga distancia en que viajaba, por la autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura de Dock Sud.

A raíz de este hecho, el ingeniero Carlos Hidalgo, director ejecutivo del Organo de Control de Concesionarios Viales de todo el país, firmó el 30 de enero la resolución para que se colocaran estos cerramientos de alambre tejido en los cruces elevados.

Los trabajos deberán estar terminados para fines del actual.

Tanto en el Acceso Oeste, como en la autopista Buenos Aires-La Plata se pueden ver los puentes que se asemejan a largas jaulas.

Por otra parte, continúa el refuerzo de Gendarmería, según afirmó el comandante Juan Carlos Holm, que consta de 248 oficiales, apoyados por 18 motos, 14 patrulleros y seis camionetas todo terreno.

Agustín Freixas, vocero de Coviares, empresa concesionaria de la autopista Buenos Aires-La Plata, comentó que el operativo de seguridad se completa con la policía de cada municipio, además del Destacamento de Policía Vial, dedicada exclusivamente al control de los accesos.

Estas medidas han repercutido en la cantidad de incidentes denunciados por los usuarios. En una recorrida por las boleterías de ómnibus de larga distancia, se comprobó que desde hace aproximadamente un mes son raros los casos de choferes agredidos desde los cruces elevados.

Por ejemplo, Andrea Galván, empleada de La Veloz del Norte, afirmó: "No hubo más piedrazos desde la última vez que se hizo la denuncia, el cinco de febrero, en Rosario", en referencia a los tres micros que fueron atacados en Circunvalación y Córdoba.

Coincidieron en la merma de este tipo de violencia, empleados de las empresas de transporte La Estrella SA, Dumas a las Pampas, Almirante Brown, El Itatí, Chevallier, Empresa Argentina y el Rápido Argentino.

Seguridad para los chicos

Silvia Pérez, del barrio cercano al puente Santa Rosa de Autopista del Oeste, piensa que el enrejado aumenta la seguridad para los chicos que juegan en el puente, atemorizada por el recuerdo del joven que murió al arrojarse desde el puente Barcala. Las estructuras utilizadas son semejantes a las que se colocan en los balcones para evitar la caída de niños.

Asimismo, Raúl Rojas, del mismo barrio, está de acuerdo con la presencia del alambre en los puentes, que previene los ataques a piedrazos, aunque en la zona oeste los casos de este tipo de robo no han sido demasiados.

En cambio, señaló Rojas un problema que no se limita a su barrio: la eterna disputa de jurisdicción que asegura que existe entre los destacamentos de policía de Ituzaingó y Castelar, cuyo límite es la autopista y que muchas veces entorpece la seguridad de la zona.

Por otra parte, los vecinos de Dock Sud están indignados con la policía, ya que dicen que si bien protege con esmero a la autopista, descuida la seguridad de los barrios aledaños. "En el barrio Núñez, de Sarandí, la seguridad está cada vez peor", dijo Susana Benavídez, comerciante. De todas formas, reconoció las recorridas nocturnas de patrulleros y de operativos de gendarmería, que intentan controlar la zona.

En contraposición a la opinión de los vecinos, el cabo primero José Gallo, del Comando Patrulla Avellaneda, dijo que "la zona no es demasiado peligrosa". Además, asegura que bajó la cantidad de robos.

Por María Paula Zacharías

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