
Sin disparar un tiro roban en un banco y se llevan $ 750.000.
1 minuto de lectura'
"Pasen, por favor, pasen para el fondo que convocaron a una reunión de emergencia de todo el personal."
Con estas palabras, uno de los cinco asaltantes que robaron en la sucursal Parque Chacabuco del Banco Provincia montó el ardid con que redujo a empleados del local, situado en Asamblea 819.
Ayer por la mañana, luego de permanecer más de dos horas y media en la entidad y hasta de abrir la puerta para que ingresaran a cobrar sus haberes los jubilados, el grupo de audaces y pacientes delincuentes, uno de ellos vestido como policía, huyó con un botín de 750.000 pesos sin disparar un solo tiro.
La entidad no hizo comentarios oficialmente. El hecho pudo reconstruirse mediante las declaraciones de testigos y de personal de la entidad, así como por información policial.
Con este hecho suman 49 los bancos asaltados en lo que va del año. El monto de dinero robado hasta el momento llegó a 9.379.600 pesos.
El 31 de mayo último, la sucursal Recoleta del Banco Supervielle fue asaltada con el mismo método:un asaltante vestido como policía que engañó al custodio de la entidad para que le franqueara el ingreso. El ardid sirvió para que entraran sus cómplices. Una maniobra similar fue utilizada en los robos ocurridos en la casa central de la Banca Nazionale del Lavoro y en la sucursal de Viamonte del Banco Ciudad.
Los tres casos pusieron de manifiesto el cambio en la modalidad adoptada por los asaltantes, con golpes más planificados, con ostentación de armas, pero sin violencia y con el objetivo puesto en llegar al Tesoro de las entidades, hecho que permite a los delincuentes alcanzar un botín más suculento, tal como informó La Nación en su edición del domingo último.
De ese modo se diferencian del asalto tipo express, donde apuntaban a las cajas de atención al público, pero donde obtenían mucho menos dinero.
El engaño
El robo de ayer fue un alarde de organización.
A las 7.30, cuatro delincuentes, uno de ellos vestido como policía, irrumpieron en el local, luego de que el ordenanza que estaba en la puerta le franqueara el ingreso.
Unos minutos después comenzaron a llegar los empleados del banco. Luego de cruzar la puerta, se daban cuenta de que la reunión a la que eran convocados no existía. Pero ya era demasiado tarde.
En ese momento eran sorprendidos por uno de los delincuentes que, a punta de pistola, les decía: "Si no agachás la cabeza, te quemamos". Otro los ataba y encerraba en una cuarto, donde eran vigilados por un cuarto asaltante que en ningún momento dejó de apuntarles con su ametralladora PA3.
La maniobra se repitió en los 150 minutos que siguieron hasta la apertura de la entidad, y a medida que llegaba el resto del personal.
A las 10 en punto, uno de los asaltantes vestido como policía abrió la puerta principal del banco y permitió que ingresaran los jubilados que hacían fila para cobrar su haberes.
Dos de sus cómplices participaron del procedimiento como si fueran empleados del banco.
Unos minutos antes y acompañado por la contadora de la entidad, el cuatro ladrón se dirigió al subsuelo, a la bóveda. Y esperó a que dieran las 10 para que se activara el mecanismo de tiempo de la cerradura del Tesoro.
A fuerza de amenazas de muerte para ella y todos sus compañeros, el asaltante logró que la contadora activara la clave para abrir el Tesoro.
Y así, mientras los jubilados ingresaban en la entidad, el delincuente que estaba en el Tesoro se apoderó del dinero que estaba destinado al pago de haberes y se reunió con sus cómplices en el automóvil que los esperaba a la vuelta del banco con un quinto malhechor.
Los cinco asaltantes lograron huir con el botín varios minutos antes de que alguno de los empleados del banco avisara a la policía.
Otro asalto a La Farola
Por segunda vez en menos de tres días fue asaltado ayer por la madrugada el tradicional restaurante La Farola, situado en avenida Centenario y Tres de Febrero, en el centro de la localidad bonaerense de San Isidro.
El hecho ocurrió pasadas las seis de la mañana cuando un hombre irrumpió en el local, armado con un revólver. Según testigos del asalto, el delincuente estaba bien vestido y hacía ademanes con el arma.
Luego de amenazar al encargado, al mozo y también a los pocos comensales que había en el restaurante, se dio a la fuga con alrededor de 200 pesos.
El domingo último, por la noche, el reducto gastronómico sufrió otro robo, en el cual dos jóvenes, a punta de pistola, se llevaron unos 1500 pesos de la caja y las pertenencias de unos 15 clientes. Los asaltantes se fueron a pie con el botín.
1
2Una ginecóloga explicó por qué aumentaron los casos de sífilis en el país y advirtió cuál es la población de riesgo
3Qué implica “dormir bien” y por qué a algunas personas les cuesta lograr un sueño reparador
4Dónde comer en Punta del Este: una experta revela los cafés y restaurantes que los argentinos no se pueden perder este año


