
Tras cinco años, mudarán de barrio a la Virgen Desatanudos
Está ubicada en la iglesia San José del Talar, en Agronomía; vecinos afectados
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Hace menos de cinco años se instaló en la zona sobre una angosta calle por la que pasaban pocos autos. Pero desde su llegada la vida del barrio dejó de ser lo que era.
Hoy, los sábados y los domingos la visitan entre cinco y ocho mil personas. Las combis y los ómnibus de dos pisos estacionados en la estrecha calzada se hicieron parte del paisaje habitual de lo que era un barrio tranquilo y de casas bajas. Su poder de convocatoria alcanza el pico el octavo día de cada mes, cuando recibe unos 50.000 visitantes. El último 8 de diciembre superó todos sus récords: más de 100.000 personas hicieron largas horas de cola por las calles de Agronomía bajo el rayo del sol para alcanzar algo de su aura virginal.
Se trata de la imagen de la Virgen María como Desatadora de Nudos, ubicada en un rincón de la iglesia San José del Talar, en Navarro 2060, a quien se le atribuyen virtudes milagrosas.
El aluvión de fieles desbordó el barrio. Las interminables filas de peregrinos se instalaron sobre calles, veredas y avenidas. También los puestos de quienes venden velas, medallas y estampitas de la virgen, los que ofrecen gaseosas, los que cocinan choripanes o hamburguesas, que dicen presente todos los días del año. Además de la ausencia de baños y de infraestructura capaz de contener tamaña manifestación de fe.
Así surgió, primero entre los vecinos, después entre las autoridades de la iglesia y en el propio Arzobispado de Buenos Aires, la necesidad de trasladar a la Virgen y construirle un santuario propio.
Los proyectos
La propuesta llegó a la Legislatura porteña, donde se impulsan tres proyectos al respecto. Dos de ellos proponen su traslado a la Paternal, dentro del terreno del hospital Alvear, y el tercero promueve la construcción de un predio especial en la zona sur de la ciudad.
Los diputados porteños Jorge Enríquez (UCR) y Guillermo Oliveri (Frente Justicialista) impulsan la cesión en comodato por 20 años al Arzobispado de Buenos Aires de los terrenos que se encuentran dentro del predio del hospital Alvear. Mientras que el proyecto de Enríquez estima la construcción del santuario en 1500 m2, la iniciativa de Oliveri autoriza una superficie de 3000 m2.
"La construcción del santuario deberá contemplar una estructura circulatoria de accesos y egresos para atenuar el impacto hacia el entorno ", señala Oliveri.
"La concreción del esta propuesta tiende a que el barrio afectado retome su fisonomía y a que los miles de devotos puedan tener un mejor acceso, en un lugar próximo a su actual sitio de veneración, sin que se afecte el medio ambiente", explica Enríquez.
La tercera iniciativa pertenece a la diputada Juliana Marino (Peronismo Independiente). "Compartimos la necesidad de canalizar un fenómeno de devoción que ha aumentado en forma vertiginosa. Esto nos obliga a prever que la localización elegida sea capaz de absorber la cantidad creciente de fieles", asegura la legisladora, que impulsa un nuevo emplazamiento en Villa Soldati.
"En Agronomía y la Paternal hay intervenciones urbanas importantes, como la instalación de grandes cadenas de supermercados, la construcción de torres de edificios en el ex albergue Warnes, el túnel vehicular sobre la avenida Chorroarín, los blocks de la Universidad de Buenos Aires en Agronomía. Y la instalación de un santuario allí traerá un alto impacto ambiental. Si se coloca en la zona sur, atraerá más gente y promoverá el desarrollo", señaló la diputada.
Aunque está en claro la necesidad de mudar a la Virgen Desatanudos, el traslado está trabado en torno de la nueva ubicación. El miércoles último, en la Legislatura se realizó un encuentro que convocó a las partes afectadas.
Quienes acudieron en representación de la cooperadora del Hospital de Emergencias Psiquiátricas Torcuato de Alvear se quejaron, ya que el nosocomio hace uso de los terrenos que se quieren ceder para el santuario. También solicitaron a los legisladores que, así como realizaron un estudio de impacto ambiental, se haga un estudio de impacto "psicomédico", que determine cómo podría afectar la obra a los internos del hospital.
"Ocurre que un gran porcentaje de los pacientes en edad adolescente padece delirio místico: andan con más de 20 rosarios encima y con la Biblia por todo el hospital. Quisiéramos estar seguros de que, cuando se enteren de que a menos de 200 metros hay un santuario, no trepen las tapias y quieran escapar hacia allí. No sería seguro para los internos ni para los visitantes", aseguró Rubén Cittadino, que representó al Alvear en el encuentro.
Según Enríquez, ni la Secretaría de Salud ni la de Planeamiento Urbano hallaron impedimentos en la edificación de un santuario en el predio del hospital. Así lo confirmó el secretario de Planeamiento Urbano, Enrique García Espil, presente en la reunión.
La posición de los vecinos también está repartida: entre los de Agronomía están quienes impulsan el traslado hacia la Paternal, como Roberto Cirigliano, del Movimiento Vecinalista Capitalino.
"Los días 8 la congestión en el tránsito es total. La zona se llena de vendedores ambulantes y tanto movimiento también atrae a los delincuentes. Creo que sería positivo su traslado a sólo 15 cuadras de su emplazamiento actual", dijo.
Por su parte, Carlota Ríos, que vive a cuatro cuadras de la Virgen, prefirió su traslado al Sur: "Por aquí es imposible circular y no va a ser muy distinto en la Paternal. Creo que en Soldati hay mayor amplitud y menos tránsito. Allí, el impacto podría ser menor", aseguró.
"Si el santuario generó conflictos en la calle Navarro, trasladarlo a la Paternal es mudar el problema sin resolverlo", opinó Arturo Crespo, vecino de la Paternal.
"Quieren traer el santuario porque en torno de la Virgen se generó un gran negocio: los vendedores ambulantes. Pienso que quieren así disimular el impacto negativo que tuvieron otros emprendimientos como ser la construcción de un gran supermercado", dijo Enrique Cordeiro Arias, de la Paternal.
También en San Cayetano
El barrio de Agronomía no es el único que se ve afectado por fieles deseosos de agradecer supuestos milagros o pedir ayuda.
Cada 7 de agosto, desde hace ya muchos años, cerca de cuatro millones de personas, repartidas en 35 cuadras, se dan cita en la calle Cuzco 50, del barrio de Liniers.
Allí mora San Cayetano, el patrono del trabajo. Para poder tocar la imagen del santo, los fieles acampan durante semanas en una suerte de toldería donde comida, colchones, rezos del rosario y mateadas son un paisaje habitual.
Los vecinos no se quejan a voz en cuello como en Agronomía, donde está ubicada la Virgen Desatanudos, pero es verdad que los vendedores ambulantes, los que ofrecen velas, las idas y venidas de esa multitud, cambian el panorama barrial por varios días.
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