Vélib, el bicing que París puso en marcha

Desde hace un año, funciona en París un sistema público de alquiler de bicicletas creado por la Municipalidad. Es el vélib (abreviación de "bicicleta libre" en francés), que es cada vez más utilizado por los parisinos y que ya tuvo gran éxito en la ciudad de Lyon.

Con casi 1500 estaciones, una cada 300 metros, y más de 20.000 bicicletas, es el proyecto más grande de este tipo en todo el mundo. El sistema permite alquilar los rodados por un costo muy económico y devolverlos en la estación más cercana al lugar de destino. Las estaciones son automáticas, y en todos los quioscos se venden mapas que indican la ubicación de cada una de ellas.

Las suscripciones al servicio pueden realizarse por día, por semana o por año, por un número ilimitado de viajes diarios. Para los recorridos individuales, la primera media hora del servicio es gratis. Los pagos se realizan por tarjeta de crédito o de débito, con una multa de 150 euros automáticamente debitada de la cuenta si la bicicleta no es devuelta en alguna de las estaciones.

El vélib acompaña una tendencia de crecimiento del uso de las bicicletas, que aumentó el 48 por ciento desde principios de 2001 en la capital francesa. Las estaciones vélib están repartidas por todo el territorio parisino, con mayor concentración en las zonas donde se encuentran los principales accesos a los otros medios de transporte público.

Buenos Aires, en bicicleta

En diciembre del año pasado, la Legislatura porteña aprobó un proyecto del diputado kirchnerista Pablo Failde que determina la instalación de unas mil terminales públicas para el alquiler de las bicicletas. Según lo publicado la semana pasada en el Boletín Oficial, el gobierno de la ciudad adjudicó por licitación a la empresa Ingeniería en Relevamientos Viales SA la realización de un estudio de factibilidad para la instalación de las terminales.

El objetivo, como sucede en Barcelona y en Lyon, donde el sistema funciona con éxito, es alentar el uso del rodado como transporte público para disminuir la circulación en medios "poco amigables" para el ambiente.

El bicing, como se conoce internacionalmente al sistema público de alquiler de bicicletas, iría acompañado aquí de una ampliación de la red de ciclovías. Cuando se aprobó la ley, se habló de la posibilidad de unir con ciclovías Retiro y Constitución, incluidos el Parque Lezama, la Boca y Puerto Madero.

La ubicación de las terminales de las bicicletas y la factibilidad de concretar el bicing dependerán de los resultados del estudio por $ 40.800 que el Ministerio de Desarrollo Urbano adjudicó la semana pasada.

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