Zulema cree que Emir Yoma guarda secretos sobre Menem (h.)

La ex primera dama Zulema Yoma insistió con que su hermano Emir sabe algo sobre el origen de la muerte de su hijo Carlitos y cree que "no va a abrir la boca", mientras no reciba de parte del poder político una orden que lo autorice a hacerlo.

"Emir Yoma no va a abrir la boca si no se lo ordenan los señores políticos. Emir Yoma mantiene una gran amistad con el Presidente; con (los senadores) Eduardo Menem y (Eduardo) Bauzá tiene una muy buena relación; si llega a contradecir una orden no quisiera saber lo que le puede pasar con el banco y con todo", sostuvo Zulema Yoma.

Según la ex primera dama, su hermano Emir es una de las personas que "han tratado por todos los medios de que yo no avance en la causa", en la que se investiga la muerte de su hijo, ocurrida el 15 de marzo de 1995, cuando se precipitó a tierra el helicóptero en el que viajaba junto con el piloto de automovilismo Silvio Oltra, quien también falleció en el accidente.

Asimismo, aseguró que está sola con su hija Zulemita en la lucha por descubrir la verdad de lo que ocurrió con su hijo, y que el resto de los miembros de su familia "saben del atentado, pero públicamente no lo van a decir porque es la orden que tienen".

Con referencia a su hermano Emir, recordó, en declaraciones a Radio Mitre, que él estuvo presente el año último en el Cementerio Islámico la madrugada en la que se retiró el cuerpo de su hijo para practicarle la autopsia.

Zulema aseguró que el ministro del Interior, Carlos Corach, fue quien envió a Emir Yoma al cementerio y que allí su hermano "trató por todos los medios de que yo me retirara, de convencerme de que no era necesario que estuviera allí, que para qué la autopsia, para qué todo esto".

Indicó que "todo esto tiene una razón", y en esa línea volvió a mencionar al abogado del Presidente, Ricardo Klass, a quien acusó de encubridor del presunto atentado, "de imponerme, inmediatamente muerto mi hijo, una supuesta nietita que todavía no podemos saber de quién es".

Otro testigo misterioso

En tanto, anteayer declaró en San Nicolás Miguel Garro Ortega, un comerciante de Puerto Madryn que fue trasladado especialmente al juzgado federal de San Nicolás, luego de recibir supuestas intimidaciones en su domicilio patagónico.

Garro Ortega, testigo aportado por el vocero de Zulema Yoma, Mario Rotundo, le contó al juez federal Villafuerte, a la fiscal Analía Sívori y a los abogados de las partes, que un día después de la caída del helicóptero en la que murió Carlos Menem (h.) venía manejando por la ruta 3 desde Buenos Aires hacia Bahía Blanca, cuando se detuvo en una estación de servicio porque tenía un alambre enganchado en su camioneta, dijeron a la La Nación fuentes cercanas a la causa.

Allí, debajo del vehículo, pudo ver cómo dos personas detenían un coche a su lado, y escuchó que conversaban con acento centroamericano acerca de un hecho supuestamente criminal del que se aseguraban no haber dejado testigos. Curioso, el comerciante siguió a la pareja hasta la confitería de la estación de servicio y mientras tomaba un café los observaba.

En ese instante, contó el testigo, se dio cuenta de que uno de los hombres lo señalaba y se alejó asustado. Pero 30 kilómetros más adelante, en la misma ruta, ambos hombres lo obligaron a detenerse y tras amenazarlo con que no contara nada de su conversación lo dejaron seguir.

Meses más tarde, Garro Ortega recibió en su domicilio la visita de otro sujeto, a quien describió como bien vestido, que lo invitó a tomar un café y a cenar. En esos encuentros, el hombre le advirtió que no declarara en la causa y mientras comían con vino tinto, le mostró ser propietario de dos documentos con su foto y distinto nombre.

Si bien la declaración sirvió para elaborar un dictado del rostro de los sospechosos, estas revelaciones son evaluadas con cautela por los investigadores, quienes no olvidan que otros testigos ya enfrentan acusaciones por falso testimonio .

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