The Order: 1886, acción en primera persona en la Londres de fines del siglo XIX
Análisis de uno de los títulos emblema de la consola PlayStation 4, ambientada en los años victorianos de la capital inglesa con toques de acción en primera persona
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LA NACIONManuel H. Castrillón
La Inglaterra de fines del siglo XIX y principios del XX sigue atrayendo a personas de todos los continentes. Los años victorianos y eduardianos, con su carga de diferencias sociales, conquistas imperiales y estrictos códigos morales es motivo para películas, series de TV, literatura y, ahora, videojuegos.
Downton Abbey, la serie que desde 2010 atrae multitudes con las vicisitudes que debe atravesar la familia noble de los Crawley, es un ejemplo de los claroscuros de la época. Ken Follett, con La caída de los gigantes, el primero de una trilogía de títulos que comienza en la Primera Guerra Mundial, llevó al papel en ese mismo año lo que seguramente terminará también en la pantalla.
A mediados de 2015 se estrenará Mr. Holmes, interpretado por el genial Ian McKellen. Veremos allí tal vez el último caso de Sherlock Holmes, ya anciano aunque sin perder sus dotes deductivas.
A jugar en el Londres victoriano
Con un aroma distópico que nos hace por momentos recordar al libro La Brújula Dorada (la trilogía llevada al cine sólo en su primer tomo) y al videojuego Bioshock, acaba de llegar para la consola PlayStation 4, The Order: 1886, un videojuego desarrollado por Ready at Dawn para la productora SCE.
Como lo indica su título, está ambientado en plena época victoriana, en un Londres donde no es todo tal cual fue. Sí habrá carros a caballo, pero tendremos un servicio de dirigibles como medio de transporte transatlántico. Podremos usar cuchillos y revólveres tradicionales, pero también armas de rayos eléctricos.
Veremos el palacio de Westminster y Hyde Park, así como el barrio de Whitechapel, precisamente la zona en que dos años después atacará Jack el Destripador. Un error del juego, se equivoca en la fecha, ya que Jack asesinó prostitutas en 1888.
La Orden a la que alude el título es una suerte de grupo de caballeros de la Tabla Redonda, con armamentos de última generación y poseedores de un elixir capaz de recuperarse de los disparos y golpes recibidos. Galahad será precisamente el protagonista, que encarnaremos en una perspectiva en tercera persona.
La historia habla de una conjura armada por el grupo de los Rebeldes, con la ayuda de unos licántropos, que en cualquier momento pueden cambiar entre humanos y hombres lobo gigantes. El argumento de The Order: 1886 no llama mucho la atención, pero la ambientación quita el aliento. Es perfecta, los cambios de luminosidad, la reconstrucción de los exteriores londinenses a pocos años de llegar al siglo XX y cómo eran las viviendas y palacios de aquella época.
También es perfecta la transición entre partes jugables y filmadas. Uno casi no se da cuenta.
Si bien la historia no nos enamora, si lo hace la reconstrucción de época.
Calificado sólo apto para mayores de 17 años, encontramos en él escenas extremadamente sangrientas y de sexo. Con algunos baches en la aventura, quedará en los gamers decidir si sus aspectos visuales justifican que uno pague los 1098 pesos que cuesta.
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