Transferencia “por error” y engaño en Facebook: cómo evitar ser víctima de la estafa virtual que simula enviar dinero de más
Contactan a las víctimas por publicaciones en el Marketplace, hacen compras y envían comprobantes falsos con pagos de más, para pedir la devolución del excedente. Claves del sistema y cómo evitar inconvenientes
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Mónica puso a la venta una mesa en Facebook Marketplace, para muchos una buena forma de publicar productos, evitar comisiones y ofrecerlos a conocidos o gente que busca conseguir cosas a buen precio y en zonas cercanas. Pero no pensó que podía ser víctima de un intento de engaño.
“Puse a la venta unos muebles, me escriben que les interesa una mesa y me quieren dejar una seña. Les di el alias de mi cuenta, pero me mandaron un comprobante de depósito: en lugar de $ 24.000 decía 100.000″, explicó Mónica, una mujer de 70 años a la que intentaron estafar.
“Al rato me escribe [el comprador] y dice que el hermano se equivocó, y me manda un audio, que dice que mandó a mi cuenta lo que debía mandar a otra. Y que por favor, es su cuenta de laburo, y él llamó al banco y le bloquearon su cuenta, que por favor le devuelva el excedente”, relató esta mujer, que fue docente y hoy está jubilada. La explicación suena apurada, y con razón: es el tono de los audios de los estafadores.
Mónica -que no dudó al principio de su honestidad- le dijo que todavía no estaba acreditada la transferencia, y que por eso no le podía devolver el dinero. Ahí el engaño sumó un nuevo participante: un supuesto empleado del banco.
“Me llaman y dicen que son del Banco Ciudad. Que frente a la denuncia iban a frenar el depósito, y que tenía que ir a un cajero a hacer un trámite, porque si no me bloqueaban la cuenta y me iban a investigar por lavado de dinero”, detalló. Estuvo atenta, y antes de hacer nada en el cajero automático decidió ir al banco. Ahí la alertaron: se trataba de un nuevo intento de estafa que afortunadamente pudo evitar.
Transferencia errónea y pedido de devolución
Mónica pudo evitar este cuento del tío digital, pero otras personas no tuvieron la misma suerte. Juan Carlos publicó un sillón también en Marketplace. Pedía 12.000 pesos y alguien se mostró interesado en el mismo. La charla pasó de Facebook a WhatsApp.
“Primero me dieron charla, muy buena onda. Me avisó que la mujer me hacía la transferencia y que después coordinábamos el envío. Pero al rato me envió un audio desesperado, porque hubo un error y mandó dinero de más”, explicó el damnificado.
Le mandó un comprobante por 120.000 pesos, 10 veces más de lo acordado. Tenía el logo de un banco conocido y su CBU, al que supuestamente habían transferido el dinero, aunque todavía no había ingresado en su cuenta. Un detalle: suelen hacer estos engaños en fin de semana o feriados, cuando puede haber demoras en las transferencias.
“Yo obré de buena fe y le transferí el dinero extra, pensando que después me iba a entrar el pago. Pero no pasó. Después me bloqueó de todas partes y nunca más pude hablar con el estafador”, relató angustiado.
Las historias son repetidas y, en general, los que logran esquivar el intento de estafa son los que avisan que hasta que no se acredite el dinero no van a hacer nada.
Gabriel Zurdo, experto en seguridad informática y CEO de BTR Consulting, afirma que Facebook y Marketplace son el epicentro del problema (aunque también hay estafas en Mercado Libre o apelando a encomiendas del Correo Argentino que buscan acceder a los datos de la persona, como su DNI). Y aclara que los estafadores no son hackers profesionales, sino gente que engaña con cuentos del tío en versión digital. “En la Argentina 36 millones de personas usan activamente redes sociales y de ellos 20 millones están Facebook, que es la más antigua y la de mayor cantidad de usuarios”, detalló.
“Es el principal mercado a cielo abierto en nuestro teléfono, para conectar, socializar y comprar pescado podrido, que lamentablemente no tiene un 0800 para reclamos, ni un oficial de cuenta para pedir ayuda o soporte. Las transacciones se acuerdan entre partes, ficcionando una identidad que a partir de ser denunciada por damnificados es dada de baja por la plataforma después de un tiempo que suele variar, pero en simultáneo los delincuentes y estafadores abren 10 cuentas o perfiles más sin posibilidad de ser detectados”, resume el experto.
Dos detalles: Facebook es la red social que más usan los adultos mayores, y también la que cala más profundamente en los sectores medios y bajos de la sociedad. Y según un reporte de BTR Consulting las personas de entre 50 y 60 son las más proclives a caer en estafas bancarias y fraudes financieros.
De todas formas, la compañía revela que los individuos de hasta 45 años tienen el doble de probabilidades de ser víctima de ciberestafas en las redes sociales que un adulto mayor. Pero estos últimos, cuando se convierten en víctimas, suelen entregar valores mucho más significativos (montos mayores) que el primer grupo.
Consejos para evitar este tipo de estafas
- Los estafadores siempre están apurados y tienen que resolver todo “YA”. La primera clave es ser pacientes.
- Ante la duda, llamar al banco o ir a una sucursal. Si no podemos, no apurarnos en “ayudar” a la posible víctima.
- Nunca ir al cajero automático si nos lo piden por teléfono. Ningún banco va a pedirnos que lo hagamos, ni que generemos códigos o pins para solucionar este tipo de inconvenientes, y mucho menos que los compartamos luego.
- No dar datos personales por teléfono o por WhatsApp: usuarios, claves, PINs o contraseñas.
- Desde Meta, la empresa dueña de Facebook, explicaron a LA NACION que las personas pueden reportar contenidos cuando identifican que se usan para estafas o daños económicos, además de destacar que tienen “equipos dedicados a investigar y frenar estas conductas”. En esta página tienen consejos para evitar estafas.
Facebook, además, recomienda desconfiar de:
- Personas desconocidas que piden dinero.
- Personas que piden dinero o certificados de regalo para obtener préstamos, premios u otras ganancias.
- Cualquier persona que te pida que pagues una tarifa para aplicar a un trabajo.
- Páginas que representan a grandes empresas, organizaciones o figuras públicas que no han sido verificadas.
- Personas que te solicitan llevar la conversación de Facebook o Instagram a un entorno que no sea público o seguro (como un correo electrónico separado).
- Personas que aseguran ser un amigo o un pariente en situación de emergencia.
- Personas que falsifican su propia ubicación. Si alguien se registra en Messenger usando su número de teléfono celular, puede verificar de qué país es ese número. Si cree que una página puede estar engañándole, verifique la ubicación de la página.
- Mensajes o publicaciones con errores ortográficos o gramaticales.
- Personas o cuentas que redireccionan a una página para obtener un premio, que suele exigir el registro o ingreso de datos personales.