Kardashian llegan a Venecia para la extravagante boda de Jeff Bezos
1 minuto de lectura'
LA NACION
*
Oprah Winfrey y Kim Kardashian, entre los últimos invitados en llegar
*
Pareja de novios saluda a una multitud desde el hotel Grand Canal
*
Venecia se divide entre grupos pro y antiBezos
Por Sara Rossi y Manuel Silvestri
VENECIA, Italia, 26 jun (Reuters) - El fundador de Amazon, Jeff Bezos, y la periodista Lauren Sánchez estaban listos el jueves para comenzar tres días de fastuosas celebraciones de boda en Venecia, con fuertes medidas de seguridad protegiendo a sus invitados VIP de los manifestantes.
Oprah Winfrey, Kris Jenner y Kim y Khloe Kardashian fueron algunos de los últimos invitados en llegar, mientras que la hija del presidente estadounidense Donald Trump, Ivanka, y su yerno, Jared Kushner, que aparecieron el martes, han aprovechado el tiempo extra para hacer turismo y compras.
Se espera que entre 200 y 250 personas del mundo del espectáculo, la política y las finanzas participen en la que ha sido llamada "la boda del siglo", cuyo costo se estima entre 40 millones y 48 millones de euros (entre US$46 millones y US$56 millones).
Bezos y Sánchez aterrizaron en Venecia en helicóptero el miércoles y se instalaron en el lujoso hotel Aman, donde las habitaciones con vistas al Gran Canal cuestan por lo menos 4000 euros por noche.
La pareja fue vista a la hora de la cena saliendo del hotel en un taxi acuático, saludando a los fotógrafos y a la multitud, y Sánchez lanzando besos al aire con un vestido vintage de Alexander McQueen.
Los invitados se reunirán el jueves por la noche en el claustro de la Madonna dell'Orto, una iglesia medieval en la céntrica zona de Cannaregio que alberga obras maestras del pintor del siglo XVI Tintoretto.
El ayuntamiento ha prohibido el paso de peatones y el tráfico acuático desde las 16.30 horas local (1430 GMT) hasta la medianoche, bloqueando el paso a los manifestantes que han prometido aguar la fiesta.
Bezos y Sánchez intercambiarán votos el viernes en la pequeña isla de San Giorgio, frente a la plaza principal de San Marcos, en una ceremonia que, según un funcionario del Ayuntamiento, no tendrá carácter legal según las normas italianas.
Algunos han especulado con la posibilidad de que la pareja ya se haya casado en Estados Unidos, lo que les libraría de la burocracia asociada a un matrimonio italiano, como tener que celebrarlo en un lugar autorizado y notificarlo previamente al ayuntamiento local.
Las celebraciones concluirán el sábado con la fiesta principal en una de las salas del Arsenale, un antiguo astillero medieval reconvertido en espacio artístico en el barrio oriental de Castello.
NEGOCIO REDONDO
El movimiento "No Space for Bezos" planea manifestaciones contra un evento que consideran una venta de Venecia a los superricos mientras se ignoran las necesidades de los ciudadanos de a pie, pero ni mucho menos todos los locales son hostiles.
Políticos, hoteleros y otros residentes dicen que los eventos de alto nivel, en lugar de las multitudes de turistas que gastan poco, son una mejor forma de apoyar la economía local, y tachan a los manifestantes de minoría marginal.
"No estamos hablando de cientos o miles de personas, sino de unas pocas decenas", dijo Daniele Minotto, vicepresidente de la Asociación de Hoteleros de Venecia.
Davide Busato, arqueólogo del grupo proBezos "Yes Venice Can", dijo que el turismo multimillonario da a la ciudad la oportunidad de mostrarse.
"La idea de que una 'oficina de moralidad' decida quién puede casarse en Venecia es un concepto perturbador, indigno de una ciudad libre", escribió en Facebook.
Bezos, presidente ejecutivo del gigante del comercio electrónico Amazon y número 4 en la lista de multimillonarios de Forbes, se comprometió con Sánchez en 2023, cuatro años después del quiebre de su matrimonio de 25 años con MacKenzie Scott. (Reporte de Alvise Armellini; edición en español de Javier López de Lérida)
LA NACION
Últimas Noticias
Jungla en Palermo. Diseño local, botánica y alma maximalista en una casa donde la naturaleza manda
Siembra directa. El cambio que se ve desde las rutas y una pregunta inquietante: ¿hay lugar para las labranzas ocasionales?
