La Amazonía acoge una de las COP más difíciles
El olor a hidrocarburos que recibió en 2024 a los negociadores de la conferencia climática de la ONU en Bakú deja paso este año a la humedad de la selva: la COP30 se abre este lunes en la Amazonía brasileña en un...
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El olor a hidrocarburos que recibió en 2024 a los negociadores de la conferencia climática de la ONU en Bakú deja paso este año a la humedad de la selva: la COP30 se abre este lunes en la Amazonía brasileña en un intento de salvar los esfuerzos globales frente al calentamiento.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva resistió todas las objeciones y la ciudad de Belém acogerá a unas 50.000 personas durante el evento pese a la falta de hoteles y la disparada de precios.
Su ambición: que el mundo abra los ojos ante la Amazonía y que los participantes de la COP30 se empapen de la vida tropical de Belém, una ciudad donde los habitantes llevan paraguas para protegerse del sol por la mañana y de la lluvia por la tarde.
"Sería más fácil organizar la COP en un país rico", declaró Lula. Pero "queremos que la gente vea la situación real de los bosques, de nuestros ríos, de los pueblos que aquí habitan".
La Amazonía, cuyos árboles desempeñan un papel esencial contra el cambio climático por la absorción de gases de efecto invernadero, sufre los embates de la deforestación, la minería ilegal, la contaminación de ríos y la violencia contra sus poblaciones indígenas.
Diplomáticamente, Brasil prepara de forma activa desde hace un año la COP30. Pero logísticamente está atrasado.
Varios pabellones todavía estaban en construcción el domingo en el centro de conferencias.
"Hay una gran preocupación en torno a si todo estará listo a tiempo", confía a la AFP una fuente próxima a la ONU. "Conexiones, micros, nos tememos hasta una falta de comida" para los participantes, agrega.
Hoja de ruta
Pero la mayor incertidumbre reside en cómo el mundo responderá a las últimas proyecciones desastrosas para el clima y, como siempre, al dinero.
¿Cómo reunir las sumas necesarias para ayudar a los países golpeados por ciclones o sequías? El huracán que asoló Jamaica el mes pasado, el más violento en casi un siglo, es una clara prueba de las necesidades.
Lula también propuso una "hoja de ruta" para salir progresivamente de las energías fósiles.
Esta promesa fue adoptada en la COP28 de Dubái, pero actualmente choca con un apoyo renovado a la industria petrolera, especialmente desde la elección de Donald Trump, un climatoescéptico.
"¿Lograremos un consenso (sobre energías fósiles)? Es uno de los misterios de la COP30", admitió el domingo André Correa do Lago, presidente brasileño de la conferencia.
Sin Trump
Desde hace 30 años, los países miembros de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, adoptada en la Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro, negocian para fortalecer el régimen climático.
El esfuerzo culminó con el Acuerdo de París en 2015, que compromete al mundo a limitar el calentamiento a 2°C en comparación con el período preindustrial y a continuar los esfuerzos para contenerlo a 1,5°C.
Pero el jefe de la ONU, Antonio Guterres, reconoce ahora que es "inevitable" que se supere este umbral próximamente, y pide hacer lo necesario para que eso dure el menor tiempo posible.
Esto implica reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente causadas por la combustión de petróleo, gas y carbón.
El grupo de pequeñas islas lucha para que este lunes se inscriba en el orden del día la necesidad de formular una respuesta a este fracaso.
"1,5°C no es solo una cifra o un objetivo, es una cuestión de supervivencia", dijo a la AFP Manjeet Dhakal, asesor del grupo de países menos desarrollados en la COP. "No podremos respaldar ninguna decisión que no incluya una discusión sobre nuestro fracaso en evitar los 1,5°C."
Estados Unidos, primera economía y segundo emisor mundial de gases de efecto invernadero después de China, está ausente por primera vez en la historia de estas reuniones.
Trump, que ha tachado el calentamiento de la "mayor estafa" de la historia, no ignora totalmente la COP30: el domingo denunció en su red social el "escándalo" de la tala de árboles en la región de Belém para construir una carretera recientemente.
Ante el auge del negacionismo climático, varios líderes, como el francés Emmanuel Macron, apelaron la semana pasada en una cumbre previa a la cita a defender "la ciencia frente a la ideología".
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