Selecciones todopoderosas, fracasos abrumadores: lo que dejó la primera fase de la Copa América femenina

Selecciones indomables, un puntaje perfecto, fracasos abrumadores y una goleada estremecedora: la fase de grupos de la Copa América femenina, que finalizó el viernes en Quito, dejó varios retratos del nivel futbolístico en Sudamérica.

El certamen se reanudará el lunes con las semifinales entre Argentina y Colombia. Un día después, la pugna será entre Brasil y Uruguay.

Paraguay, con su joven goleadora Claudia Martínez, buscará el lunes frente a Chile el quinto puesto de la competencia, una plaza que da un boleto a los Juegos Panamericanos de 2027.

Brasil, la reina indiscutible

La selección de Brasil convierte en su casa cualquier campo que pisa. Con un nivel de juego por encima de la media sudamericana, la escuadra más laureada de la Copa América persigue su novena corona.

Tras ganar el Grupo B con 10 puntos en cuatro partidos, el primer obstáculo para alcanzarla será Uruguay, cuya mejor posición fue un tercer puesto en la edición de 2006.

Veloz, con una técnica excelsa y físicamente superior a sus rivales, la Canarinha de Arthur Elias, uno de los técnicos más laureados del continente, sabe cómo imponer su juego y acorralar a los contrincantes.

"Las delanteras (rivales) son fuertes, altas, y nosotras conseguimos trasladarlas a nuestro juego", señaló la zaguera Tarciane, luego del duro choque del viernes contra Colombia (0-0), a la que resistieron pese a jugar con una menos desde el minuto 24.

Las cafeteras, como en los últimos años, fueron las únicas en plantarle cara a Brasil y se alzaron con el punto que les dio la clasificación a semis.

En Brasil "no hay un equipo titular definido porque vamos a necesitar a todas las jugadoras, tener un ritmo, mucha solidaridad y que todas estén preparadas", explicó la legendaria atacante Marta, de 39 años.

Argentina, con 100% de producción

La única vez que Argentina se coronó campeona, en 2006, también consiguió un puntaje perfecto en la fase de grupos.

Para sus futbolistas, las doce unidades cosechadas en el torneo en liza son señal de buen augurio.

"Es un orgullo", comentó a la prensa la atacante Yamila Rodríguez. "No sabíamos qué tan perfecto nos iba a salir en el grupo, pero bueno, salió, salió y salió lindo", agregó la máxima goleadora de la edición de 2022.

Tras liderar el Grupo A, su próximo rival será el elenco cafetero, que las venció 1-0 en las semifinales del certamen pasado.

"Argentina viene como engrandecido porque viene con una serie perfecta, con doce puntos, y nosotras con hambre", dijo la defensora colombiana Daniela Arias.

Colombia, de menos a más

La selección cafetera arrancó el certamen con un discreto empate sin goles ante Venezuela y explotó con la mayor goleada en lo que va de la Copa América actual al derrotar 8-0 a Bolivia.

"Venimos de menos a más.

Estoy feliz con el rendimiento que tuvo el equipo", señaló a la AFP la delantera Valerin Loboa tras igualar con Brasil.

Subcampeonas de 2022, las colombianas tienen en sus filas a destacadas jugadoras como Linda Caicedo y Mayra Ramírez. Pero más allá de sus figuras internacionales, es un combinado de respuesta rápida, que confronta y domina la pelota.

Nosotras "vinimos con la mentalidad de jugar seis finales", expresó Loboa, la atacante más joven de esta selección.

Las colombianas acumulan tres subtítulos y esta vez aspiran a la corona.

"Somos conscientes del trabajo en equipo, de lo que representamos, y eso se ve reflejado dentro del campo", expresó la guardameta Katherine Tapia.

Bolivia y Perú, con más pena que gloria

Bolivia, con un nivel casi amateur, fue humillada. Recibió cuatro goleadas y acumuló 25 tantos en contra en cuatro encuentros. Apenas pudo marcar una diana, un registro ofensivo igual de decepcionante al de Perú.

El rostro de frustración y decepción entre las altiplánicas fue la firma del equipo dirigido por la argentina Rosana Gómez.

"Las chicas estaban sin competir desde el año pasado (...) Lograr que las chicas lleguen a un ritmo con este alto grado de competitividad es muy difícil", lamentó la entrenadora, visiblemente afectada en su última rueda de prensa.

Al igual que Bolivia, Perú fue incapaz de al menos igualar en alguna de sus actuaciones. Su mejor valía: perder apenas por 1-0 ante la imbatible Argentina.

Ambas selecciones quedaron en el fondo de las tablas de los Grupos A y B.

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