
La pickup Iusuzu 4x4 equipada con motor 3.1 se destaca por su solidez y sus performances, tanto sobre el asfalto como en caminos fuera de ruta
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Se supone que una pickup debe ser robusta y capaz de soportar el mal trato que los terrenos abruptos le puedan deparar. Debe, también, tener un tren de fuerza (motor y transmisión) con la suficiente potencia para superar obstáculos, caminos difíciles y, claro está, permitirle transportar carga.
Pues bien, éstas y otras virtudes son alcanzadas, en varios casos con creces, por la pickup Isuzu 4x4 3.1 LS. Una camioneta doble cabina que hace de la solidez su principal filosofía de diseño. Una filosofía que no se circunscribe a algún componenete determinado, sino a todo el vehículo en general.
Si hubiese que destacar un punto sobresaliente, ése sería el motor. A diferencia de la mayoría de sus rivales de segmento (el de las pickups compactas), que utilizan mecánicas de 2.5 litros de cilindrada, la Isuzu está equipada con un propulsor turbodiesel de carrera larga de 3059 cc (95,4 x 107 mm de diámetro y carrera) que, con una entrega de potencia del orden de los 110 CV y un torque de 26 kgm a 1900 rpm (justo cuando el turbo empieza a funcionar a pleno), exhibe un excelente grado de elasticidad y reacción, incluso en cambios altos, y una más que apropiada cuota de fuerza para la circulación off-road .
La primera de estas cualidades queda demostrada con los notables registros de recuperación y de aceleración con partida detenida. A esto hay que agregarle una muy buena velocidad máxima en ruta, rendimiento que se nota más allá que en el vehículo probado por La Nación se vio penalizado por estar equipado con neumáticos Yokohama con mucho taco, más aptos para el todo terreno que para el asfalto. El mismo concepto vale para el consumo, muy ajustado para un motor de 3.1 litros, en una categoría donde se utilizan, como ya se dijo, motores más pequeños.
No menos impecable resulta el funcionamiento de la transmisión, basada en un caja reductora con alta y baja, que se combina con cubos mágicos automáticos, lo que no deja de ser sumamente confortable. Dado este esquema, el usuario dispone de los tres clásicos modos de transmisión: 2H (tracción sólo en el eje trasero), 4H (4x4 alta) y 4L (4x4 baja), mediante un accionamiento muy suave y simple, por palanca. La baja proporciona un gran nivel de tracción, incluso en declives pronunciados, al punto de escarbar en demasía si no se dosifica la potencia.
La caja de cambios, de cinco velocidades, proporciona una primera corta (3,767:1), como es norma en este tipo de vehículos y, luego, un adecuado escalonamiento de las demás marchas.
Una copia del terreno
Las suspensiones, por su parte, muestran un excelente copiado del terreno en el manejo off-road , lo que significa contar con una buena pisada de todas las ruedas al mismo tiempo. Esto está garantizado por un esquema delantero de brazos oscilantes independientes, con barras de torsión y barra estabilizadora, asistido por amortiguadores telescópicos a gas de doble acción. En el eje trasero, el paquete de elásticos también cuenta con amortiguadores del tipo descripto.
Para evitar que en ciudad sea excesivamente saltarina se debe bajar considerablemente la presión de inflado de los neumáticos (además de considerar el tipo que se utilice), para contar con un adecuado confort de marcha.
Si de comodidad se trata, la dirección hidráulica (demultiplicación de 20,5:1) es otro de los puntos fuertes de esta pickup. Muy suave y de cerrado radio en las maniobras de estacionamiento, a la vez que firme y precisa en ruta. Los frenos también muestran un funcionamiento dentro de lo esperado para detener un vehículo de 1550 kilogramos de peso en orden de marcha vacío.
Detalles de confort
Para adecuarla al gusto del consumidor argentino, esta pickup Isuzu está equipada con algunas mejoras que no tiene el vehículo original proveniente de Europa. Las más importantes son el montaje de llantas, de impactante estilo, con rodado más ancho, y la utilización de butacas y asientos tapizados con cuero.
Esto último no hace más que acentuar, para el conductor, una posición de manejo muy confortable, pero que sería mejor si contara con apoyabrazos más extensos y mullidos tanto en la puerta como en la consola central, para permitir un mayor descanso de los brazos en trayectos extensos.
Los comandos de climatización, radio, luces y limpiaparabrisas, son ergónomicos y fáciles de usar. Al igual que la selectora de la caja de transferencia, la de cambios es extraordinariamente suave para un vehículo utilitario, aunque por lo compacto del esquema, resulta bastante fácil engranar quinta en lugar de tercera en las marchas ascendentes. Por la misma razón, también causa algunas dificultades encontrar la cuarta, sobre todo al descender cambios.
Desde el punto de vista estético, el diseño de líneas redondeadas le otorga un aspecto moderno y dinámico. Esto se combina con una cabina de gran habitabilidad y fácil acceso, y con una caja de carga con algunos centímetros más, tanto de largo (1505 mm) como de ancho (1530), de los que disponen otras pickups del segmento. Sólo el paragolpes trasero (corto y con formato tubular), adaptado a las normas europeas, rompen la fluida y armoniosa línea de la Isuzu, aunque en la próxima versión para el mercado local eso será subsanado.
Comercializada a un precio muy ajustado para el segmento y su nivel de confort, la Isuzu entrega al usuario una adecuada conjunción de confiabilidad, gran poder de tracción, fuerza y comodidad. Virtudes que hacen que sea particularmente apta tanto en el off-road de diversión o en el duro trabajo rural, como en la ruta o en el tránsito urbano.




