
Manejamos la Nissan Navara 4x4 con el nuevo motor 2.5 turbodiesel de 104 CV de potencia
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Cunado los vehículos todoterreno hicieron su irrupción en el mercado argentino en la década del 90, Nissan, con su Pathfinder, fue una de las marcas pioneras dentro del nuevo segmento.
Ahora, con su Navara 2.5 TD el coloso japonés, de la mano de Renault en nuestro país, presenta una propuesta distinta de aquélla. Se trata de una clásica pickup doble cabina, pero con todo el confort y el equipamiento necesario para clasificarla con mayor rigor como un vehículo para el esparcimiento antes que para el trabajo.
Le toca en suerte un segmento por demás competitivo y plagado de modelos (Ford Ranger, Chevrolet S10, Toyota Hilux, Mitsubishi L200, Mazda B2900) de notables características.
Sin embargo, ya desde su estética esta Nissan Navara se muestra como un pretendiente de cuidado. Las líneas son fluidas y en especial la trompa, con el toque agresivo que le da la profusión de tomas de aire en combinación con las luces, se destaca dentro de un conjunto que incluye pintura bicolor, barra antivuelco de buen diseño y cromados aquí y allá, y llantas de aleación que la hacen visualmente muy atractiva.
El interior no queda a la zaga en cuanto al equipamiento y la comodidad general que ofrece, lo que contribuye a producir un vehículo muy logrado.
Mecánica. Aunque derivada de la pickup Nissan AX, que utilizaba un motor diesel con aspiración normal de 3.2 litros de cilindrada y 103 CV, la Navara cuenta con otra mecánica. Para ella Nissan incorporó un propulsor más moderno, con turbo e intercooler que, con 2494 cc de desplazamiento total, entrega 104 CV (a 4000 rpm) de potencia máxima, pero mejorando el torque en 3 kgm aproximadamente, que llega ahora a los 24,9 kgm (245 Nm) a 2000 vueltas.
En general su rendimiento en cuanto aceleración y recuperaciones es discreto. En especial esto último, que obliga a ser cuidadosos durante los sobrepasos en ruta. Por debajo del régimen de operación plena del turbocompresor (2000 vueltas aproximadamente) le cuesta responder con rapidez, aunque cabe aclarar que esto es bastante típico de este tipo de motores.
La velocidad máxima no está mal, pero queda un poco lejos del andar de otros modelos del segmento con motores mucho más potentes.
El consumo está perfectamente dentro de lo normal para un vehículo gasolero de 1950 kilogramos. Las palmas se las lleva la escasa rumorosidad de este propulsor que, junto con una muy eficiente insonorización del habitáculo hacen que los viajes largos por ruta no castiguen los oídos todo el tiempo.
Las relaciones de caja no escapan tampoco a lo habitual en este tipo de pickups. Esto es, marchas cortas en procura de utilizar mejor el torque del motor.
Comportamiento dinámico. En línea recta la Nissan Navara se comporta bien, aunque es algo sensible a los movimientos bruscos del volante. Esto se conecta también con cierto grado de rolido al doblar, producto, casi con seguridad, de la combinación de un reglaje blando de la suspensión delantera (indudablemente pensado para proveer mayor confort de marcha) y de la regulación mucho más rígida (típica de una suspensión con elásticos para soportar carga) de la trasera.
Sin embargo, esta combinación le da un grado de versatilidad que le permite comportarse adecuadamente, aunque sin brillar, tanto en el tránsito de la ciudad como en la ruta o los recorridos off-road (en terrenos muy desparejos cabecea y rebota bastante). Dado que no es un modelo especialmente orientado hacia el trabajo, ablandar un poco el rígido esquema trasero no le caería nada mal.
Eso sí, en los requerimientos off-road, donde la maniobrabilidad es vital, o en los cada vez más pequeños estacionamientos de la ciudad, la dirección de la Navara resulta óptima. Tiene una excelente progresión y rápida respuesta, por lo que aporta mucho en materia de facilidad de manejo.
Cuando se la maneja en los circuitos todo terreno se debe tener cuidado con el ángulo de salida (26º), producto de una caja de carga bastante larga para una doble cabina, con la que se puede barrer buena parte del suelo en las subidas. En cambio, el ángulo de ataque y el despeje resultan muy buenos.
Seguridad. Doble airbags, ABS y un equipo de freno adecuado para una pickup como la Navara, conforman un conjunto de seguridad más que aceptable.
Los frenos, con discos ventilados adelante y tambores atrás, responden con rapidez a las solicitudes del pedal, y el ABS aporta su trabajo con eficacia. No obstante, el peso del vehículo hace lo suyo y, a mayor velocidad, las distancias de frenado son bastante largas.
La tenida en frenada, a pesar de que la cola es mucho más liviana que la trompa en esta clase de camionetas, es perfecta y no muestra síntomas de espantarse en ningún momento.
Confort y equipamiento. Con la excepción de la ausencia de una lectora de CD en el equipo de audio, el equipamiento no tiene faltantes: paquete eléctrico completo (elevacristales y espejos), apertura a distancia, climatizador automático (de lo mejor del equipo) y hasta un techo solar pivotante. Eso sí, abrir este último obliga a sacar el tapizado que lo cubre interiormente, solución que no resulta nada práctica.
La posición de manejo es muy buena más allá de que las butacas, de buena sujeción, no tienen más regulación que en extensión y ángulo del respaldo. El volante puede regularse en altura.
La selectora de cambios tiene recorridos obviamente largos, pero es suave (tanto que parece que estuviese suelta) y precisa. Lo mismo vale para la palanca de la caja de transferencia que es muy fácil de usar.
El acceso se ve simplificado por los estribos, ya que el despeje es generoso. La habitabilidad delantera es óptima, pero la trasera no escapa a las generales de la ley en las camionetas de doble cabina: poco espacio para las piernas y respaldo de asiento muy recto, hacen que rápidamente se torne algo incómoda.
Conclusión. En general, la Nissan Navara es un vehículo sin grandes brillos, pero también sin mayores fallas. Esto quiere decir que, dentro de los límites de su mecánica y comportamiento, se tiene un vehículo robusto, seguro y confiable para utilizarlo a diario en cualquier superficie.
Prueba: Nissan Navara
- Presentación mundial: septiembre de 2000
- Presentación en la Argentina: junio de 2001
- Lugar de producción: Japón
- Importador oficial: Renault Argentina S.A.
- Atención al cliente: 0810-222-6477
- Precio: US$ 25.455
- Garantía: 2 años o 50.000 kilómetros






