Es un concept que equipa un V8 de 9.0 L y es capaz de generar brutales e increíbles 1800 CV
¿Es posible concebir un superdeportivo moderno pero con un diseño que haga pensar que estamos ante alguno de los viejos y exquisitos deportivos italianos de algunas décadas atrás? Parece que sí. O al menos esa es la idea de Corbellati, una familia italiana que se describe así: "Desde hace 70 años somos creadores de joyas y entusiastas del arte. Hoy la última generación, apasionada por los coches deportivos, se ha embarcado en una nueva aventura llena de desafíos para continuar en nombre de la tradición familiar. Nuestro objetivo es crear un automóvil con un rendimiento y un diseño únicos, como una joya sobre ruedas".
Con esa idea, los Corbellati crearon el Missile, un verdadero monstruo que fue presentado como concept en el Salón de Ginebra de 2018 y que en el Festival de la Velocidad de Goodwood del año pasado fue exhibido en su versión definitiva.
Su diseño vintage deslumbró a todos, ya que sus líneas tan sensuales remiten sin lugar a dudas a clásicos como el Alfa Romeo Stradale y otros similares. Está desarrollado sobre un chasis y una carrocería completamente realizados en fibra de carbono y el trabajo más importante fue en lograr un coeficiente aerodinámico lo más eficiente posible. ¿Por qué? Porque además de ser exquisito y exclusivo, busca convertirse en el auto más veloz del mundo.
Cuando en Corbellati hablan de "rendimiento único", tiene con qué sustentarlo, ya que estará equipado con un motor V8 con doble turbo de 9000 cc que fue exprimido al máximo para lograr que entregue una potencia total de 1800 CV y un torque infernal de 2305 Nm. Este se asocia a una transmisión manual de 6 marchas que llevan toda la potencia al eje trasero que está equipado con un diferencial de deslizamiento limitado. Así es que prometen prestaciones que quitan el aliento: aseguran que acelerará de 0 a 100 km/h en unos 2 segundos y que la velocidad máxima superaría la mítica barrera de los 500 km/h (por el momento no existen neumáticos que puedan resistir esa velocidad por un período de tiempo prolongado).
La suspensión es de doble trapecio delantera y trasera, con amortiguadores inboard ajustables de tres vías y muelles de aire controladas electrónicamente.
Para poder frenar semejante bestia, usará discos carbocerámicos de 396 mm de diámetro y 36 mm de espesor con pinzas de 6 pistones.
No hay precios aún para el misil italiano aunque ya una empresa contratista radicada en Países Bajos comenzó la preventa en forma reservada.