Los especialistas coinciden en que la medida podría generar un efecto derrame sobre el mercado y no sólo afectar a los modelos premium
4 minutos de lectura'


Con la firma del presidente Javier Milei, el Gobierno envió al Congreso el proyecto de reforma laboral que incluye, en el artículo 192, la eliminación de la Ley de Impuestos Internos para los los rubros de seguros, servicios de telefonía celular y satelital, objetos suntuarios y los vehículos automóviles y embarcaciones, embarcaciones de recreo o deportes y aeronaves.
El también denominado “impuesto al lujo” ya había experimentado una modificación a comienzos de año, cuando se eliminó la primera escala (pagaba una alícuota del 20%) y se redujo la restante del 35% al 18% (que ahora se busca eliminar).
Según analistas, la eliminación del impuesto no sólo modificaría los precios de los autos hoy afectados sino también del resto de la oferta en la Argentina. Al respecto, César Litvin, abogado especialista en materia tributaria y CEO de Lisicki, Litvin & Abelovich, le explicó a LA NACION: “Puede reducirse hasta un 18% el precio de los autos que se encuentran gravados en este momento, pero no solo afecta a los de lujo. Por otro lado va a haber un reacomodamiento de precios general hacia abajo, porque si un auto de mejor calidad baja su precio, obliga a los que quedan cerca en esos montos a readecuarse”.

Siguiendo esa línea, el especialista señaló que los efectos no van a ser inmediatos. “Van a haber dos etapas. En la primera, los concesionarios que tienen stock y ya pagaron impuestos internos se van a tener que ir adecuando de manera gradual para no trabajar a pérdida. En la segunda etapa, mirando un poco más hacia adelante, si vamos a ver mucho movimiento”.
El fenómeno no necesariamente se traslade de manera directa. “Muchas veces las terminales hacen un manejo de precio para compensar la situación. Entonces, al bajar, podría pasar que el auto de alta gama no baje tanto y que ese margen se traslade al de gama media. Hay que ver como se recomponen los precios", agregó a este medio el tributarista Sebastián Domínguez.

Además, no solo deberían bajar los precios de los autos, sino que esto también implicaría que se modifiquen los montos de las patentes y los seguros, según detalló Litvin. A su vez, el especialista comentó que era un cambio necesario: “En la Argentina el contenido impositivo en los autos es mucho mas alta que en otros países. Esto va a ayudar a que ser más competitivos. Deberían también comprometerse provincias y municipios, que tienen un peso importante en la ecuación”.
En su análisis, Domínguez también celebró la propuesta: “Estoy de acuerdo porque más allá de que los autos puedan ser de alta gama o mismo las motos, la realidad es que el que compra un vehículo alcanzado por el tributo, para generar esos fondos ya pagó otros impuestos y tuvo un carga tributaria alta”.

Domínguez, ejecutivo de SDC Asesores Tributarios, concluyó: “La gente va a poder acceder a un automóvil más fácil, va a poder sacar un préstamo. Entonces para mí, de aprobarse esta propuesta, va a ser muy positivo para el sector”.
Por otro lado, el anuncio puso en alerta a una de las principales marcas premium, quienes temen algún freno en la demanda hasta la posible implementación. La principal preocupación es que mermen los patentamientos a la espera de una baja de precios que incluso podría no ocurrir si la ley no se aprueba.
Nota en desarrollo.








