Mediante su escuela-taller, esta fundación –creada en homenaje al ex piloto– capacita a chicos de escasos recursos para que puedan aprender el arte de la restauración de vehículos antiguos
Quienes conocieron a Lorenzo Barra, Lory como le gustaba que lo llamaran, sabían que todo aquello relacionado con él estaba impregnado de energía, pasión y solidaridad. Arquitecto, piloto de automóviles clásicos, creador y organizador de las Mil Millas Sport de la República Argentina, autoridad y experto requerido internacionalmente en el área, al término de su paso por este mundo, su familia y amigos decidieron llevar a la práctica su último deseo y crearon la Fundación Lory Barra (FLB), una escuela-taller que abrió sus puertas en 2010 y en donde se reflejan sus valores y amor por el automovilismo puestos en práctica mediante la educación técnica respecto de automóviles sport, históricos y clásicos. La fundación, además, anima a la preservación, restauración y recuperación del acerbo histórico del automovilismo nacional y busca generar una salida laboral real en un nicho que requiere personas capacitadas para llevar adelante estos oficios.
"La Fundación tiene una escuela en la que se enseña técnicas de restauración del automóvil con orientación en mecánica, chapa, pintura, electricidad y resinas. Además, hay charlas y cursos teóricos y prácticos orientados al futuro desarrollo de los que hoy son alumnos, en los que se contempla la práctica mediante el ensayo-error para dar luego una explicación que asegura un buen resultado. A esto sumamos cursos de tornería, inyección, diagnóstico de common rail de los motores diésel y electricidad de motos para que amplíen sus conocimientos", comentó el director de la FLB, arquitecto Carlos Donato.
Actualmente a la escuela asisten 30 alumnos menores de 19 años, y a los cursos 45 personas mayores de esa edad. Donato explicó que las edades de los asistentes a las capacitaciones rondan entre 15 y 55 años, y provienen generalmente de la zona donde se ubica la Fundación (San Isidro) y de partidos cercanos como San Fernando, Vicente López, Don Torcuato, Tigre y algunos de capital. Agrega que dentro de los grupos de alumnos también "hay mujeres que se interesan por estas técnicas y que tienen resultados muy satisfactorios". Además, el fácil acceso en tren o colectivo agiliza la llegada de todos los alumnos a la FLB.
Objetivos notables
Desde el primer momento, la Fundación mantiene sus objetivos intactos, especialmente el de impulsar que los jóvenes con menores posibilidades económicas puedan aprender el oficio de la restauración de autos clásicos. "Hacia ellos es la enseñanza de las técnicas, proponiéndoles salidas laborales acordes con la actitud y el aprendizaje. La condición no arancelada de nuestra enseñanza ayuda a muchos jóvenes sólo afronten el gasto del traslado y luego puedan incorporarse al mundo laboral", comentó Donato.
Un factor determinante, para el éxito de este espacio es el plantel de profesores y maestros. "Se buscan, invitan y averiguamos su capacidad, temple y didáctica, comprobado estos ítems. Luego están a prueba durante tres meses y a posteriori les proponemos el cargo a desempeñar. El concepto es, sin dejar de lado la autonomía y libertad del profesor, que se ajusten a cumplir un programa dividido y desarrollado en dos cuatrimestres, con evaluaciones parciales y finales. Además, junto con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) decidimos cuándo los alumnos tienen la escuela aprobada", explicó.
Para facilitar los procesos de aprendizaje prácticos, cuentan con una cabina de pintura, tres nuevos elevadores hidráulicos, herramienta diversas (tornos, sopletes de acetileno, máquina de pulido con esferas de vidrio, herramientas manuales y demás), torquímetro, medidores de presión, etcétera. Y, por supuesto, diferentes vehículos para que puedan practicar. "Los ponen en marcha y desarman partes esenciales como el cardan, embrague, caja, diferenciales y otros. Por ejemplo, hay un Ford Coupé de 1937, un Alfa Romeo (que fue de Lory), un Mercedez-Benz 220 diésel y un Torino".
Y respecto de los egresados, aseguran que la satisfacción se multiplica: "Tenemos muchos alumnos ejerciendo en la actividad. Todos se encuentran en distintos talleres mecánicos, que siempre nos solicitan alumnos avanzados. Muchos nos visitan y cuentan de sus actividades en diferentes talleres, nos hacen saber que están dentro del rubro, nos acompañan en Auto Clásica, en el Rally de Invierno y en las exposiciones que realizamos. Tenemos alumnos que participan en la preparación de autos de carreras, como Brian Ferri, o como encargados de un taller, como Nehuen Vallejos. Y cuando nos visitó el Pato Silva, les dejó la idea del tesón, aprendizaje y constancia que auguran el resultado. Casi como si hubiera sido un alumno de la fundación", dijo el director.
Logros
En la historia de la Fundación los logros han sido muchos: "Ese crecimiento exponencial en la cantidad de alumnos, la calidad de nuestra enseñanza, la dedicación sin límite horario, la incorporación de nuevos rubros y de material didáctico y herramientas de todo tipo, hacen que este fascinante mundo de dar, genere jóvenes más solidarios, distributivos y tolerantes", afirmó Donato.
La importancia de la Fundación es innegable. Y esto se puede comprobar, por ejemplo, en la cantidad de automóviles que pudieron recuperar y restaurar (sport, históricos, de colección y carruajes de transporte, entre otros). "Como dice la máxima que nada se pierde, todo se transforma, ahí estamos nosotros cambiando formas y tecnologías. El concepto es el mismo, más rápido, más seguro, pero siguen estando parados sobre ruedas y con un motor que los impulsa. Somos los guardianes de aquellos clásicos que entre carburadores, distribuidores chiclet y algún otro punzuá, sin olvidar nuestra querida bujía, los preparamos con nuestra mejor dedicación", asegura Donato.
El próximo cuatrimestre, los alumnos de primer año tendrán su examen final y los del segundo año su evaluación para finalizar su paso por las aulas, para luego recibir el correspondiente título de la FLB/UTN.
Al tiempo que destaca la positiva actualidad de la FLB, Donato se detiene y explica que en todo el ideario que a través del legado de Lory y un grupo de amigos leales se desarrolló el edificio y la temática, trasmitiendo a quienes se fueron sumando los principios solidarios. "Así, es nuestra dedicación a la restauración, participación de competencias y proteger el acervo histórico del automovilismo en nuestro país. La creación del taller escuela apoyando actividades educacionales, científicas y culturales tratando de difundir la mayor cantidad de eventos de automóviles, motos, exposiciones artísticas y publicación de libros".
Para sumarse y colaborar con este círculo virtuoso que es la Fundación, los interesados pueden comunicarse o acercarse a su sede y ofrecer sus capacidades o una donación económica. "Me gustaría finalizar comentando la diferencia entre colaborador y compromiso. Los esperamos en nuestra casa, con cualquiera de estas dos intenciones", concluyó el director.