Aunque completamente renovada, la pickup de la marca italiana sigue ofreciendo las virtudes de siempre: practicidad, confiabilidad y rendimiento
La Fiat Strada se lanzó en nuestro país en 1999. En ese momento significó un cambio relevante: era la primera vez que se ofrecía una pickup de pequeñas dimensiones, con cabina extendida, que se podía utilizar tanto para el trabajo como para viajes o esparcimiento (sport utility pickups u SUP) y a un precio realmente competitivo y accesible. Además, se metía en la competencia de los pequeños utilitarios convencionales al ofrecer un producto con mayor versatilidad que aquéllos gracias a no tener una caja cerrada y una buena capacidad de carga. Gracias a estas virtudes y a la confiabilidad que demostró en estas dos décadas, se convirtió en un referente del segmento: solo en la Argentina lleva vendidas más de 80.000 unidades.
Tras algunos restyling, llega ahora la segunda generación desarrollada y fabricada en Brasil. Viene en tres niveles de equipamiento y con dos tipos de cabina: Cabina Plus (suplanta a la simple) o Doble en el caso de la versión Endurance; y solo Doble para las Freedom y Vulcano, que fue la que probamos.
Como en todo salto generacional hay modificaciones profundas. Para empezar, esta Strada 2021 está basada en una nueva plataforma (denominada MPP, la anterior estaba montada sobre la del Palio) que fue concebida específicamente para este modelo lo cual de por sí brinda innumerables ventajas, pues permite que tanto el diseño como la arquitectura del vehículo sean hechos a medida. Por ejemplo, el chasis tiene un 10% más de rigidez torsional (más resistente y durable a nivel estructural) y se le pudieron agregar un nuevo conjunto de suspensiones que mejoraron notablemente el confort.
El cambio más notable que se ve en la estética salta rápidamente a la vista: tiene cuatro puertas de apertura estándar en lugar de las dos medias puertas traseras que se abrían hacia atrás, lo que da esa sensación de estar ante una doble cabina mediana. No por nada, es habitual que muchos la confundan con la Toro. Otros detalles que hablan del cuidado que se puso en el producto es que la caja de carga está íntegramente recubierta con plástico protector y cuenta con lona marítima y el portón es de apertura convencional (no como la Toro que es de 2 puertas) y con amortiguación que facilita la apertura y cierre. Enhorabuena por todos estos cambios, ya que el resultado es sumamente atractivo.
En cuanto a la caja, no hay que confundirse: la Strada no es un pickup mediana; por ende, no ofrece las mismas prestaciones que aquéllas. La caja es de 1,05 m de ancho por 1 m de largo, con un volumen de 844 L y soporta una carga máxima de 650 kg (la cabina simple llega a 720 kg). O sea, es ideal para transportar mercaderías que no sean demasiado voluminosas.
Además, hay cambios estilísticos que están en sintonía con los nuevos parámetros de la marca. Una trompa más agresiva con faros aguzados (son full LED), una parrilla amplia donde destaca el logo de la marca bien grande, y un despeje generoso que le da cierto aire off-road. Después, hereda del Mobi el parabrisas y las puertas delanteras, mientras que la parte trasera y la caja son una adaptación de los de su hermana mayor, la Toro. A esto suma barras portaequipaje en el techo, neumáticos de uso mixto con llantas de aleación y apliques en plástico negro en toda la carrocería.
Si bien se trata de una nueva plataforma, las dimensiones apenas aumentaron y no hay grandes diferencias en lo que hace a la habitabilidad: las plazas delanteras son amplias, pero atrás pueden viajar 3 niños con comodidad (o dos adultos menuditos). La posición de manejo es elevada y se encuentra fácilmente, y el interior exhibe muy buena calidad de terminaciones y materiales para un producto de este tipo. Todos los comandos están bien ubicados y son de fácil operación y el tablero es de lectura clara, con un display central que ofrece toda la información necesaria.
En cuanto al equipamiento, trae un nuevo sistema multimedia Uconnect con pantalla táctil de 7" y conectividad con Apple Carplay y Android Auto.
El motor de esta Vulcano es el naftero Firefly 1.3 L de 4 cilindros en línea y 8 v que entrega 99 CV (no le hubiera venido mal algunos CV más) a 6000 rpm y 14 kgm a 4000 rpm, con inyección electrónica multipunto y cadena de distribución, junto a una caja manual de 5 marchas (reemplaza al anterior de 1.6 L, 16v y 115 CV). La solvencia y rendimiento de este impulsor son bien son conocidas (es el mismo que equipa al Cronos, Argo y Uno Way): buen rendimiento en baja y consumos lógicos. Por otra parte, la transmisión si bien se asocia bien al motor, tiene relaciones muy cortas (la primera es más corta aún y de mucha fuerza, y se puede sacar en segunda sin tironeos en casi cualquier condición), que hacen que enseguida se llegue a la parte alta del cuentavueltas.
Es excelente para moverse en ciudad, pero cuando se la lleva a la autopista o la ruta anda siempre revolucionado: a 120 km/h gira a 4000 rpm (una sexta le vendría de maravillas). Por otra parte, muestra muy buenos números en lo que hace a performance: cubre de 0 a 100 km/h en 12,5 s, alcanza una velocidad máxima de 165 km/h y recupera de 80 a 120 km/h en 8,2 s. Los consumos en ciudad rondan los 9 L/100 km y en ruta, y debido a ese andar enroscado, gasta más de lo deseable: 8 L/ 100 km (por eso de que anda muy arriba). Pero si se lleva tranquila, el gasto se reduce sensiblemente: a 100 km/h los promedios son de 6,5 L.
Es tracción simple y cuenta con el sistema E-Locker: cuando detecta la pérdida de adherencia en una de las ruedas, electrónicamente la bloquea y lleva la potencia hacia la que está apoyada de manera de facilitar la maniobra. Funciona bien siempre que no se trate de condiciones complicadas (barro profundo por ejemplo) pero no reemplaza de ninguna manera a un bloqueo de diferencial. Este mismo sistema activa el ABS Off-Road, una calibración que mejora el comportamiento de frenado del vehículo cuando es necesario activar el ABS en superficies blandas al permitir que la rueda se bloquee por breves momentos y se forme una cuña de material delante de la rueda.
La Strada sobresale por su confort de marcha (las nuevas suspensiones le sientan muy bien) y el comportamiento dinámico excelente: en el tránsito es comodísima y ágil, en ruta va estable, firme y aplomada (a altas velocidades muestra alguna tendencia a saltar y viborear un poco) pero se la siente segura, gracias a una dirección precisa y de gran respuesta.
Se vende a $1.391.800, un precio realmente que se justifica por la excelente relación precio-producto que ofrece.