
Familias hipermúltiples: mucho más que dos
La falta de control en los tratamientos de fertilidad produce lo que los especialistas denominan multigestación; el embarazo y la crianza de trillizos, cuatrillizos y más
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Cuando los Ryberg buscan ropa, juguetes y alimento para sus hijos piden todo por cinco. Es que hace nueve años, después de seguir el mismo tratamiento de fertilidad que les había permitido ser padres de su primer hijo, esta familia bonaerense se enteró que debían prepararse para afrontar lo que los especialistas denominan embarazo hipermúltiple. Y así fue, después de siete meses de reposo absoluto, Victoria dio a luz a Santiago, Malena, Pilar, Florencia y Cecilia.
La mayoría de las multigestaciones son consecuencia de tratamientos de fertilidad. La médica Esther Polak de Freid, presidenta del instituto CER y tesorera de la Federación Internacional de Fertilidad explicó a LA NACION LINE que los embarazos múltiples se producen mucho más en las mujeres con problemas de ovulación que reciben tratamiento de estimulación ovárica.
"Las drogas de fertilidad hacen que los grupos de óvulos, que estaban preparados para que uno llegue a la ovulación, lleguen todos. Ninguno se atrofia. Así, estas mujeres pueden tener una producción de óvulos mayor", señaló.
Sin embargo, la especialista comentó que en el mundo ha caído drásticamente el riesgo de multigestaciones porque se mejoraron las técnicas. Además, declaró que este tipo de embarazos son vividos por los médicos como un fracaso, pues es consecuencia de una falta de control.
Polak también aclaró que con la técnica de fecundación in vitro se reducen los riesgos de terminar siendo padres de trillizos, cuatrillizos o más. "Con la fecundación in vitro se sacan los óvulos fuera del cuerpo, se lo pone en conjunto con el esperma y cuando se produce la fertilización, se ve cuantos óvulos fertilizados se transfieren a la mujer. Hoy en día, si es muy joven, no se transfiere más de 1 o 2 para evitar el embarazo hipermúltiple, existiendo la chance de guardar en nitrógeno líquido los óvulos fertilizados para ser utilizados más adelante si es que la paciente no logró embarazarse", ejemplificó.
Cuidados especiales
La madre naturaleza preparó físicamente al ser humano para gestar uno o dos hijos, por eso, intervención humana mediante, los embarazos hipermúltiples tienen un altísimo riesgo y deben estar sometidos a controles estrictos. Victoria, la mamá de los quintillizos Ryberg, tuvo que hacer reposo todo el período de gestación. "El embarazo lo viví día a día, hasta llegar a los siete meses, que era la edad en que los chiquitos eran viables. Fue muy difícil. Sólo me levantaba para ir la baño. Además, estaba el otro chiquito, que tenía 3 años y requería atención. Fue bastante controlado. Me venían a hacer las ecografías a casa. No podía estar ni siquiera sentada, sino acostada", relató.
Agregó que contó con la ayuda incondicional de Martín, su marido, que cuidó de ella, de su hijo de 3 años, y de los cinco que estaban en camino. "El trato durante el embarazo fue de cuidado, de atención, de compartir juntos el día a día, de hablar mucho con el médico. El se ocupaba de Matías, para que yo pudiera descansar. Cuando nacieron los chicos, hacía exactamente lo mismo que yo. Llevábamos un registro de lo que comían, de lo que hacían, del remedio que tomaban. También les daba mamaderas, los bañaba. Estaba al tanto de todo", recordó.
Después del parto, sigue lo más difícil. Alimentar, cuidar y sostener a más de dos niños no es sólo un trabajo cansador sino que puede generar sentimientos de impotencia y culpa en las mamás. "A la madre le resulta muy trabajosos dedicarse a dos, tres o cuatro bebes como lo hace con un hijo sólo. Entonces, cuando está con uno siente que deja a otro fuera. Para esto es necesario la participación del padre, de los abuelos o de alguien más que colabore con la crianza. Ella tiene que acostumbrarse a repartir su tiempo con varios niños", ilustró la psicoanalista Marta Fatone.
Sin embargo, la especialista destacó la importancia del vínculo materno con cada uno de sus hijos. "La relación de una mamá con su bebe es única. Cada uno necesita tener su espacio, su tiempo, aunque sea corto, solo con su mamá. En ese momento, que es tan importante, se construye el aparato psíquico", expresó.
Todo por cinco
Lo difícil no es solo lidiar con tantas mamaderas, pañales, ropa, llantos. Hacer frente económicamente al crecimiento sorpresivo de la familia es algo para lo que muy pocos están preparados. Sin embargo, a pesar de que no cuentan con ningún apoyo estatal ni privado, los padres desarrollan toda una serie de estrategias para acomodarse a la nueva realidad.
"Comencé a conectarme con varias mamás que estaban pasando por lo mismo. Nos empezamos a pasar ropa, cosas, consejos. Sino, comprás en las liquidaciones. Además, comparten todo. No hay una ropa de uno y una de otro", contó Victoria.
En Multifamilias , una asociación de contención para padres de mellizos, trillizos y más, les otorgan una credencial con la que obtienen descuentos en varios comercios. Además, en su página web cuentan con un foro en el que los padres intercambian dudas, experiencias y también objetos.
El grupo nació en 2000, cuando dos mamás, aconsejadas por una asociación española, decidieron instalar la experiencia en la Argentina. Hoy, desde sus cedes en Buenos Aires, Bariloche, Córdoba y Santa Fe, llevan un registro de más de 3000 familias múltiples en el país y cuentan con apoyo psicológico, charlas con profesionales y respuestas a los interrogantes que inevitablemente surgen a la hora de enfrentar un contexto para el que no estaban preparados, según reveló Laura Pérgola, una de las coordinadoras.
Somos mucho más que dos
La relación entre mellizos o gemelos se traduce, generalmente, en un vínculo muy fuerte y especial. Pero, ¿qué pasa cuando son más de tres? Marta Fatone manifestó que cada niño se va a acomodando y ocupando su rol dentro de la familia. En determinados momentos pueden producirse rivalidades fuertes, que pueden ser resueltas por los propios padres o con la ayuda de psicoterapeutas que brinden herramientas para mejorar el vínculo.
La mamá de los Ryberg comentó que algunos se llevan mejor que otros. "Hay como parejitas. Por eso los dividimos de una forma especial en el colegio. Los que estaban muy pegados los separamos para que no se unieran tanto y los que son más independientes los pusimos con la que es más acaparadora. El varón va solito", describió.
Más información:
Multifamilias: 4792-1132/4661-0484
www.multifamilias.com.ar






