Serán evaluadas las carreras que se dictan a distancia
Definirán los criterios que deben cumplir las universidades
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De abogacía a diseño web, de comercio internacional a literatura, las opciones de estudio a distancia ya están conformando en el país una suerte de "sistema paralelo" de educación superior, en el que hay disponibles carreras de grado, tecnicaturas, posgrados, cursos cortos de actualización y títulos especiales para docentes.
Este universo variado, que atrae a cada vez más estudiantes, se expandió sin controles de calidad específicos, al menos hasta ahora. Según pudo saber LA NACION, en el Ministerio de Educación se analiza una resolución que, por primera vez, establecerá parámetros de evaluación de calidad específicos para carreras dictadas a distancia, que se espera aprobar dentro de un mes.
No existe en el país una estimación de la cantidad de gente que estudia a distancia, ni datos exhaustivos sobre la oferta disponible. Muchas veces, incluso, en las mismas universidades se desconoce internamente lo que se hace utilizando esta modalidad.
"Queremos lanzar un programa de calidad de la educación a distancia que comience por transparentar todo lo que se hace en las universidades, desde cursos cortos hasta investigaciones", describió a LA NACION Horacio Santángelo, coordinador de Educación a Distancia de la Secretaría de Políticas Universitarias de la cartera educativa.
La iniciativa oficial seguirá con la evaluación de las ofertas educativas. Así, se controlarán aspectos más habituales, como la tecnología utilizada, los materiales y las formas de evaluación, pero también algunos novedosos, como "el modelo educativo de referencia" que sostiene la propuesta, que exista real interacción entre docentes y alumnos, y el funcionamiento de las sedes distantes que se abren.
El interés del Gobierno por regular esta modalidad de enseñanza se da a la par del aumento de inscriptos en carreras y cursos a distancia, cuyo número sorprendió este año a muchas universidades. Se trata, en su mayoría, de adultos mayores de 25 años que trabajan y valoran la posibilidad de manejar sus propios ritmos de estudio. También se cuentan quienes viven en localidades alejadas de grandes ciudades y, por dificultades económicas, optan por esta modalidad.
Mantener o mejorar un trabajo, actualizarse, retomar estudios suspendidos o concretar el proyecto postergado del título superior son las motivaciones más frecuentes para estudiar de un modo que exige una alta capacidad de autodisciplina y organización.
Donde sí existe variedad es en las modalidades para estudiar a distancia, que van desde hacerlo totalmente por Internet hasta asistir a clases que se reciben por televisión satelital en aulas ubicadas en distintas ciudades. Lo que tienen en común es que los exámenes suelen ser presenciales.
Recelos que persisten
"Siempre se pregunta por la validez de los títulos otorgados a distancia. Va a llevar un tiempo que la cultura deje de ser recelosa de la virtualidad", dijo Darío Codner, vicedirector académico de la Universidad Virtual de Quilmes, pionera en la educación a través de Internet, con 4800 alumnos y 950 egresados. Su licenciatura en Educación es la más convocante (1600 alumnos), seguida por Administración. "Tenemos varias maestrías previstas, porque los alumnos quieren seguir estudiando virtualmente", dijo Codner.
En Puntoedu, el campus virtual de la Universidad Nacional de Rosario -que funciona desde 2000-, casi el 30% de sus 2200 alumnos hace cursos de actualización profesional, mientras que el 27% elige la tecnicatura universitaria en Administración de empresas. También se ofrece capacitación para docentes y cursos de tecnología informática. "Se duplicaron los alumnos con respecto a años anteriores, pero al mismo tiempo creció nuestra oferta, sobre todo en actualización profesional y docente", explicó la asesora pedagógica Elisa Welti.
En la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref) están estrenando su campus virtual, y la mayoría de los intereses se concentra en las licenciaturas para docentes. "Cuesta más retener a estos alumnos. Hay que motivarlos mucho, ofrecerles contenidos de modo especial y seguirlos de cerca en su evolución", apuntó Mariana Rossi, directora académica.
"Es paradójico, pero la distancia acerca. Hay más interacción con el profesor y se sigue de cerca a los alumnos", coincidió Ricardo Vanella, decano de la Facultad de Estudios a Distancia y Educación Virtual de la Universidad de Belgrano (UB), donde los 2300 inscriptos de este año representaron un contundente aumento del 100%. "Ahora vemos cada vez más chicos recién salidos del secundario, que por causas económicas no pueden venir a estudiar aquí", dijo Vanella.
En el Centro Multimedial de Educación a Distancia de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) este año se inscribieron 4988 alumnos, frente a 3631 del año último. La amplia oferta del Cemed, a través de aulas satelitales en distintas localidades, incluye los primeros años de varias carreras, licenciaturas para docentes, cursos de actualización, de formación profesional, de extensión y tecnicaturas.
En la Universidad Católica de Salta este año se inscribieron 9417 estudiantes, casi 2000 más que el año anterior, para seguir carreras de grado, posgrado y cursos mediante sus 69 aulas satelitales en todo el país.
En tanto, en la Universidad Blas Pascal, de Córdoba, los 3000 alumnos a distancia rinden los mismos exámenes que los que cursan de modo presencial. "La distancia potencia la educación presencial, porque exige planificar previamente los contenidos y ver cómo se relacionan entre sí", apuntó el rector de la UBP, Rafael Cecconello.
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