Xul Solar, "panactivista": la vuelta del inventor y de un arte total
El Museo Nacional de Bellas Artes abre el martes su temporada con una muestra que coincide con los 130 años del nacimiento del artista; los temas de una obra inagotable
Cada tanto en la historia aparecen seres excepcionales como Xul Solar. Un alma libre, de curiosidad y creatividad infinitas, capaz de imaginar nuevas lenguas como el neocriollo y la panlengua, diseñar notaciones musicales y un juego de ajedrez, soñar de ciudades utópicas, lo mismo que de sus propias cartas de tarot y su versión del I Ching. En su libreta de enrolamiento se definió como pintor y músico. Fue uno de los artistas más maravillosos del repertorio nacional.
Más de 180 obras, entre acuarelas, témperas, objetos, máscaras, manuscritos, ilustraciones y documentos personales, se podrán ver desde el martes en el Museo Nacional de Bellas Artes en la muestra Xul Solar. Panactivista, a propósito de los 130 años del nacimiento de este referente de la vanguardia argentina del siglo XX. Es su tercera retrospectiva en el museo mayor. Desde 2005, cuando fue la última muestra en el Malba, no se veía una tan completa. Curada por Cecilia Rabossi, reúne piezas pertenecientes al Bellas Artes, la Fundación Pan Klub-Museo Xul Solar y colecciones particulares, y recorre las múltiples dimensiones que atraviesan toda la producción.
Reciben en el Pabellón de Exposiciones Temporarias una serie de retratos del artista reconcentrado y taciturno en un juego de gestos y manos, su carta natal ampliada y la frase con la que él mismo se describió en 1957 como artista, músico, "escribidor" y catrólico (una palabra suya, síntesis de cabalista, astrológico, liberal y coísta o cooperador). Para él, todo estaba por inventarse. Rabossi se sumergió en el enorme archivo de la Fundación Pan Klub para recrear todas sus facetas en seis núcleos: "Arte y literatura: Xul y sus amigos", "Músico visual" (concepto tomado de la investigación de la musicóloga Cintia Cristiá), "El mundo de las lenguas", "Espacios habitables", "Lo místico, lo esotérico y lo oculto" y "Grafías plastiútiles. Una escritura plástica". Su carta astral se expande en todos esos aspectos, con astros indicados en cada sector.
No sólo hay pinturas y dibujos que se disfrutan en muchos casos sin marcos de por medio, agrupados en exhibidores minimalistas, sino también se escucha su voz, se ve su letra en los apuntes de una conferencia, está su dulcitone -armonio que adaptó con tres hileras de teclas coloridas- y sus partituras, y un ejemplar del El idioma de los argentinos, libro de Borges intervenido por él con acuarelas (el original en una vitrina, pero un facsímil está a disposición de los visitantes).
Se ilustra su fuerte amistad con Pettoruti en un cartón que se expone en un dispositivo que permite ver las dos caras: de una, Xul pintó un retrato y de la otra, Pettoruti realizó un paisaje. Se ven rarezas como sus máscaras y títeres dispuestos teatralmente, sus cartas astrales de personajes célebres, su panajedrez y un extraño mural con budas flotantes hecho por encargo. "La hizo para una hermandad en la que participaba como el «hermano nulo», como un panel para meditar, por eso el cambio de escala y las cuestiones figurativas", explica Rabossi. Hay también bocetos y carpetas de recortes de construcciones que le interesaban, videos que ponen en contextos sus ocurrencias como la Vuel Villa, de 1936 (la ciudad flotante que pintó dos años después del paso de un zepelín por Buenos Aires) y proyecciones en el piso de las dos caras de las cartas de la panlengua.
La base de esta exposición fue el catálogo razonado de la obra de Xul Solar realizado por Patricia Artundo, luego de seis años de investigación, documentación, registro y estudio en torno a la obra del artista. Son dos tomos que analizan casi 1900 piezas realizadas entre 1913 y 1963. "Me permitió introducir obras que no se han exhibido y pensar otros problemas", dice Rabossi. "Todos los teóricos que analizaron su obra plantean que no se puede escindir el plano esotérico de la producción de Xul. En esta muestra, aparte de esa clave de lectura, el carácter utópico de todos sus planteos es una característica que quise reflejar: esa necesidad de meterse en todos los sistemas de conocimiento para perfeccionarlos", explica la curadora. Xul vivía pensando en un mundo mejor. "En mi calidad de ciudadano del mundo sueño con una vida mejor que nos acerque y nos torne más felices a todos los hombres del mundo sin distinción de credos ni de razas", se lee en la compilación que realizó Artundo, Xul Solar. Entrevistas, artículos y textos inéditos, (Corregidor, 2005). "Un panactivismo declarado que pone en práctica a lo largo de su vida y le permite adentrarse en todas las disciplinas", explica Rabossi y señala sonriente un texto que se lee en una pared: "Usted anda innovándolo todo -le advirtió-. Primero el idioma de los argentinos, después la etnografía nacional, ahora la música. ¡Ojo! Ya lo veo con una llave inglesa en la mano, queriendo aflojar los bulones del Sistema Solar". Es un pasaje de Adán Buenosayres, la novela de Leopoldo Marechal en la que Xul está representado por el astrólogo Schultze, al que el Ingeniero Valdez describe bien en esa frase.
"Todas sus creaciones, en su búsqueda permanente de perfeccionamiento, permanecieron en un constante cambio que dificultó su puesta en práctica. Pareciera que sólo su obra pictórica constituye la excepción", escribe la curadora en el catálogo.
Con deleite se recorren sus obras de colores brillantes y formas originalísimas, que en pequeños formatos condensan universos. "Sus pinturas son documentos del mundo ultraterreno, del mundo metafísico en que los dioses toman la forma de la imaginación que los sueña", Borges señaló. En un sector hay una banqueta para escuchar una de las tantas conferencias que el escritor le dedicó en 1975.
"Para Xul, como para William Blake, la imaginación creadora es una función visionaria que no se limita a plasmar formas deslumbrantes, estéticamente apreciables, sino que aspira a descubrir realidades superiores, sutiles, angélicas, en última instancia divinas -analiza Bernando Nante, decano de la Facultad de Filosofía, Letras y Estudios Orientales de la Universidad del Salvador, que dará una charla en el marco de la muestra-. Inspirándose en varias tradiciones orientales y occidentales, gnósticas, teosóficas, cabalísticas, entre otras, Xul Solar «recrea» (no «inventa», según sus palabras) obras plásticas, juegos, lenguas, grafías, instrumentos musicales, con el propósito de indagar en la trama oculta de la realidad y lograr su transfiguración.
Tal anhelo metafísico se conjuga con su compromiso con la humanidad y, en particular, con los pueblos latinoamericanos y sus raíces precolombinas. Asimismo, el humor de Xul es metafísico pues intenta liberarnos de nuestra miopía espiritual y propicia la experiencia metafísica, la experiencia de lo real". La muestra es una puerta abierta para aventurarse en esa dimensión.
Para agendar
Bellas Artes
La muestra estará abierta hasta el 18 de junio en el MNBA (Av. del Libertador 1473) de martes a viernes,de 11 a 20, y sábados y domingos, de 10 a 20. Gratis
Visitas guiadas
Desde el 14, de martes a domingo, a las 16, y viernes y domingo, a las 18. Los sábados a las 18, se realizará un recorrido por la exposición seguido de una propuesta plástica para jóvenesy adultos
Ciclo de charlas
A las 19 en el Auditorio de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes (Avda. Figueroa Alcorta 2280). Asistencia gratuita con inscripción en info@aamnba.org.ar
Bonus
La Biblioteca Nacional inaugurará el 13 una exhibición en la Sala del Tesoro con ediciones y ejemplares de revistas de vanguardia, con textos de Borges ilustrados por Xul
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