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Más tarde, más gente y más rápido que nunca se largó la Media Maratón de Buenos Aires. Acostumbrada a partir en penumbras, este clásico del calendario deportivo porteño, pasó su habitual largada de las 7 de mañana a las 8, quizás para que el sol pueda ver a los 27.500 corredores que marcaron el récord de participantes. Y donde el dueño del récord del mundo en la distancia, Jacob Kiplimo, corrió más rápido que nadie en la historia de la carrera marcando el récord de circuito con 58m29s.
Fue Laureano Rosa el mejor argentino con 1h04m08s, en la 14° posición, y Florencia Borelli marcó un nuevo récord sudamericano con 1h09m21s, seguida a un segundo de distancia por Daiana Ocampo.
La carrera se lanzó rumbo al Obelisco, el teatro Colón y la Casa Rosada; los atletas internacionales ya prometían la mejor performance para la clasificación de la carrera. Detrás de ellos, una multitud amateur que cada año se iguala más, en esta 36 edición, el 45% fueron mujeres, un dos por ciento más que el año pasado. Haciéndose eco del verdadero título de Internacional a la Media Maratón de Buenos Aires, corredores de 40 países entre los que se destacaban más de dos mil brasileños; muchos hacían ondear banderas de todos los colores a lo largo del recorrido.
Mientras tanto en la punta, un tridente que ya después del primer tercio paso a ser una dupla era marcada por el ritmo de Jacob Kiplimo. El ugandés, al igual que en Barcelona donde recuperó el récord del mundo en febrero, impuso el ritmo de sus zancadas, que solo la pudo soportar la guardia africana hasta poco antes de la mitad de la carrera. De ahí en adelante fue un monopolio del vigente récord del mundo, del hombre que domina la mitad de la maratón como nadie en el último lustro. Hasta el kilómetro 15, sus pasos hacían temblar el récord del mundo.

Es que Kiplimo no quiso dar lugar a discusión. Pasó el parcial de los 5 kilómetros en 13m41s, un ritmo increíble que proyectaba una carrera dos minutos por debajo del récord mundial. Quizás fue el viento a favor que empujó en la largada, tal vez el aliento del público porteño, pero el africano quiso mostrar por qué hoy es el patrón de la distancia. Y quizás eso se pagó al final. Jacob bajó su ritmo en los últimos 5 kilómetros. La ventaja fue enorme como para marcar un hito en Buenos Aires y en la Argentina, faltó un poco más para que sea mundial.
El podio internacional definió apenas en un segundo entre el etíope Seifu Tura Abdiwak con 59m56s y el keniata Vinicent Nyamongo Nyageo con 59m57s, subiendo tres banderas distintas a lo más alto. Ambos observaron a lo lejos la zancada imperial de Jacob. Quien a sus bronces, olímpico en Tokio 2020 y mundial en Eugene 2022, ahora le suma la victoria en la Media Maratón de Buenos Aires del 2025.

Mientras que el mejor argentino fue el Laureano Rosa con 1h04m02s, el mercedino se impuso a Manuel Córsico y Nahuel Di Leva mientras que Florencia Borelli y Daiana Ocampo dieron un espectáculo impresionante con definiendo en un segundo. 1h09m21s para Borelli y 1h09m22s para Ocampo, por un segundo la marplatense marca delante de la bonaerense un nuevo récord argentino y sudamericano.

La carrera que prometía ser de los tres récords, de participantes, de circuito y del mundo estuvo muy, pero muy cerca, y no defraudó. Nunca corrieron tanto, nunca se corrió tan rápido en Argentina. Y gracias a Borelli se cambió un récord mundial por uno sudamericano.




