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El Gran Premio de Bahrein de la Fórmula 1 es de los más accidentados de los últimos tiempos. En la largada, el vehículo de Romain Grosjean se estrelló contra un guardrail, se partió en dos y explotó. Con el auto todavía en llamas, el piloto suizo del equipo Haas escapó milagrosamente, mientras los asistentes trataban de contener el incendio con matafuegos. Pero los problemas no terminaron allí porque al relanzarse la carrera, en la primera vuelta el canadiense Lance Stroll volcó y dejó una frase sensacional cuando su equipo de Racing Point le preguntó cómo estaba: "Estoy bien, pero estoy dado vuelta".
El accidente de Stroll, quien no salió herido, se registró en la salida de la curva 8, tras un toque con el auto del piloto Daniil Kvyat. El monoplaza del norteamericano de 22 años quedó boca abajo. Los comisarios retiraron el coche de Stroll, limpiaron la pista y la carrera se reanudó.



