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Apenas finalizado el Gran Premio Internacional del Norte, en 1940, el presidente del Automóvil Club Argentino, Carlos P. Anesi, y el titular de la Comisión de Carreras de la entidad, Francisco "Pancho" Borgonovo, hacían público el propósito de organizar para mediados de 1941 la carrera Caracas-Buenos Aires. La Segunda Guerra Mundial obligó a archivar el proyecto, que se hizo realidad en 1948.
El proyecto original sufrió importantes modificaciones: el Gran Premio de la América del Sur se realizaría en dos tramos, con premios y denominación Independientes. El primero, Buenos Aires-Caracas, de 9579 kilómetros, constaría de 14 etapas y el segundo, Lima-Buenos Aires, de 4833 kilómetros, demandaría cinco capítulos. Se trató del emprendimiento más trascendente del automovilismo deportivo argentino en carretera. Se inscribieron 141 volantes. Juan Manuel Fangio, con un Chevrolet colorado modelo 1939 con motor 1946, lucía el número 1 en sus puertas. Tras seis etapas, Oscar Gálvez, que hasta allí se había adjudicado cinco.
La etapa a Lima-Tumbes se adelantó para la medianoche, por un inminente levantamiento militar, con muchos corredores mal dormidos y cansados. Tras dejar atrás a Trujillo, a 550 kilómetros de marcha, Fangio encabezaba la marcha. Después, la tragedia, así narrada por Fangio: "Pasamos Huanchasco y el reflejo de mis faros en las paredes blancas me encegueció. Había una curva, con terraplén, pero no la vi... El auto se desplazó... agarró la arenita de la banquina entró a dar vueltas y ya nunca... En ese momento tomo noción del desastre. Nunca vi una cosa igual. No perdí el conocimiento. Estaba agarrado al volante". Allí perdió la vida Daniel Urrutia, acompañante y amigo de Fangio.
Las primeras versiones referían que los autos de Fangio y Gálvez habían chocado, pero muy pronto el conductor del Chevrolet y los informes de la institución organizadora aclararon que el volante porteño había sido absolutamente ajeno al accidente. La confusión se originó porque Gálvez, al ver la maniobra de Fangio, giró al otro costado y volcó. Con su acompañante, Federico Herrero, cruzó la ruta para auxiliar a las víctimas. Eusebio Marcilla, "El caballero del camino", detuvo su máquina y trasladó a Fangio y al cuerpo de Urrutia hasta el hospital de Chicama.




