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Banfield consiguió una ajustada e inmerecida victoria, como visitante, frente a Arsenal por 3 a 2, y amplió su ventaja al frente de la Zona Metropolitana del campeonato de primera B Nacional, cuya decimonovena fecha -cuarta de las revanchas- se inició ayer.
La jornada se completará hoy con los siguientes partidos: a las 11, Deportivo Morón v. Nueva Chicago (Zona Metropolitana); a las 18, San Martín, de Tucumán, v. Atlético Tucumán; a las 20, San Martín, de San Juan, v. Almirante Brown, de Arrecifes, y a las 20.30, Douglas Haig, de Pergamino, v. San Martín, de Mendoza, todos por la Zona Interior.
Banfield se encontró con una seria resistencia en Arsenal, que no sólo le jugó de igual a igual, sino que estuvo a punto de quitarle la victoria, ya que en varios pasajes del encuentro lo superó en el juego. Sin embargo, la fortuna le fue esquiva al conjunto de Sarandí para alcanzar un mejor resultado.
El triunfo del puntero, logrado con mucho sacrificio, adquirió un gran valor, ya que le permitió ampliar la ventaja sobre su más inmediato perseguidor, Central Córdoba, de Rosario.
Había comenzado bien el equipo de Patricio Hernández, porque sus volantes manejaban con criterio la pelota -especialmente cuando el balón pasaba por Gerardo Reinoso- y creaba algunas situaciones ante la valla de Jorge Vivaldo.
La mejor predisposición del vencedor le permitió lograr una ventaja merced a un estupendo remate de Reinoso a la salida de un tiro libre.
Si bien parecía que la diferencia en su favor le facilitaría aún más las cosas, el desarrollo demostró todo lo contrario.
Arsenal, sustentado en una sobria tarea de Adrián Alvarez -el mejor jugador de la cancha- se adelantó masivamente y la defensa de Banfield comenzó a mostrarse vulnerable.
Sobre el final del primer tiempo, Facundo Gareca marcó la igualdad tras una serie de rebotes, y apenas iniciada la segunda etapa, los locales pasaron al frente mediante otra estupenda definición del mismo delantero.
A partir de ese momento, Banfield caminó por la cornisa, ya que mientras su defensa continuaba siendo una verdadera invitación al peligro, sus otros hombres fueron en busca del empate.
El error de Arsenal fue no saber rematar el pleito a tiempo. Desperdició un par de oportunidades y lo pagó caro, porque enfrente tenía a un rival con mucho oficio.
Mauro Camoranesi y Alejandro Glaría dieron increíblemente vuelta la historia y como si le faltara un mayor dramatismo al final del partido, en el último minuto, Rubén Areso le detuvo un penal a Alvarez.
Así se consumó una verdadera injusticia, porque Arsenal había hecho sobrados méritos para llevarse, al menos, un empate. Banfield, que parecía tenerlo todo perdido, superó la adversidad, indudablemente, con el oficio y la riqueza individual que posee. Y a pesar también de los problemas económicos que sufre el plantel.


