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El golf entrega cada tanto situaciones colaterales a la actividad insólitas y casi risueñas, que involucran a personajes de importancia. Sucedió hace unos días con Phil Mickelson, el N° 3 del mundo, que se probó como pitcher de Detroit Tigers, un equipo de béisbol que participa en las ligas menores de los Estados Unidos. Finalmente, el norteamericano no quedó incorporado y quedó un tanto desilusionado por su paso en falso.
-¿Por qué cree que Mickelson intentó incursionar en el béisbol?
-A lo mejor, para él fue un intento de demostrarle a la gente su talento en este deporte, con el fin de contrarrestar su incapacidad de ganar un Major de golf, su gran cuenta pendiente hasta hoy. De todas maneras, aclaró que su prioridad sigue siendo el golf. Dijo que aprovechará la práctica del béisbol como entrenamiento para las citas golfísticas que están por venir.
-¿Encuentra similitudes entre el béisbol y el golf?
-Sí, absolutamente. En principio, es muy parecido el stance, que es la forma de acomodarse y afirmar los pies frente a la pelota antes de ejecutar el golpe. Y el swing es prácticamente el mismo, salvo que en el béisbol impactás la pelota de rebote a una velocidad mucho mayor.
-¿Usted probó jugar al béisbol?
-Sí, es un deporte en el que me metí de puro curioso cuando era joven. Es entretenido y, de afuera, da la sensación de que es más sencillo de lo que es. Realmente, en el momento del impacto, las vibraciones son similares. Igual, me declaro un enamorado del golf y no del béisbol.
-¿Cuál de los dos deportes es más difícil?
-No me queda del todo claro. El béisbol es un juego que hay que aprenderlo de chico y es intuitivo, como el golf. Imagino que los dos son igualmente complicados de aprender.
-Tom Watson volvió a ganar en el Champions Tour el último fin de semana. ¿Cuál es el secreto de su regularidad a los 53 años?
-Hay que considerar que está atravesando su primeras temporadas en el circuito de veteranos, entonces saca ventajas sobre el resto, que tiene mayor edad. Parece interminable, pero su clave está en un swing sólido, que no se deteriora con el tiempo, y en un temperamento muy equilibrado. Otra de sus características es que siempre respetó los reglamentos.
-¿Qué lugar le otorga usted a Watson en la historia del golf?
-Debió luchar contra grandísimos jugadores y siempre tuvo actuaciones muy importantes. No era fácil hacerle sombra a Jack Nicklaus, por ejemplo, y Watson se las arregló para presentar pelea con un juego refinado y distinguido. Además, debió competir con la experiencia que ya exhibían su compatriota Arnold Palmer y el sudafricano Gary Player.
-Pese a la diferencia de edad, usted tuvo oportunidad de jugar con él en algunos certámenes...
-Sí, coincidimos en escasas oportunidades. Siempre me impresionó su excelente feeling con el público y la relación que mantiene con el resto de los profesionales; es algo que no cualquiera consigue.
-¿Cree que Eduardo Romero podrá darle batalla a Watson cuando se incorpore al Champions Tour?
-La expectativa de la llegada del Gato al circuito de veteranos es muy grande y no sólo por la posibilidad de que mida fuerzas con Watson. Contará con la ventaja de su swing potente y de sus jóvenes 50 años.
-¿Cuál es el gran desafío de los que participan en el Champions Tour?
-Lo principal es mantenerse vigente y seguir los pasos de Hale Irwin, que fue el gran dominador de la temporada última y en la que ganó cuatro torneos, además del Juego de las Plumas. Es una lucha contra el paso de los años, en la que se manejan premios con cifras astronómicas.



