Los Klitschko: Vitali y Wladimir, los tanques del ring, entran en guerra
Hijos del oficial Vladimir Rodomich Klitschko, integrante de la fuerza aérea soviética con desempeño en Chernobyl, en 1986, fomentaron abiertamente los principios nacionalistas por la independencia de su país tras la disolución política y geográfica de la Unión Soviética
Los hermanos Vitali y Wladimir Klitschko, ex campeones mundiales pesado, se convirtieron en epicentros noticiosos con sus alistamientos al ejército de Ucrania tomando las armas en defensa de su patria en el conflicto bélico con Rusia. Estas escenas nos desplazan en el tiempo evocando capítulos históricos llenos de miseria y tristeza. La relación de los boxeadores con períodos de balas y bombas; la manipulación de los gobiernos con sus campeones afamados.
El estadounidense Joe Louis fue “invitado” a dar exhibiciones en el campo de batalla a los soldados americanos en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). También su célebre rival alemán: Max Schemling, rebelde al régimen a Adolph Hittler, tras perder el título mundial y ser “masacrado” en la revancha por Joe Louis, en 1941, fue enviado al campo de batalla como paracaidista de elite y luchó con el ejército teutón de la batalla de Creta, en Grecia.
Hijos del oficial Vladimir Rodomich Klitschko, integrante de la fuerza aérea soviética con desempeño en Chernobyl, en 1986, fomentaron abiertamente los principios nacionalistas por la independencia de su país tras la disolución política y geográfica de la Unión Soviética. Sobre todo Vitali, quien fue excluido de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 por uso de esteroides. Lo reemplazó su hermano Wladimir, quien ganó la medalla de oro.
Como consecuencia de la contaminación ambiental que sufrió en sus tareas en Chernobyl, don Rodomich Klitschko murió en 2011 con su objetivo cumplido: Ucrania libre y poder haber visto a sus hijos como campeones mundiales. Los hermanos se radicaron en Hamburgo, Alemania, y desde allí gestaron sus carreras hacia sus respectivos campeonatos. Apoyados por la empresa Universum y el promotor Peter Khol.
Vitali tiene 50 años y 2.02 metros de altura, nació en Kirguistán, con nacionalidad ucraniana. Fue campeón de la OMB entre 1999-200 y del CMB entre 2004 y 2012. Se retiró con la corona en su poder y efectuó 17 peleas mundialistas.
Vladimir, de 46 años, 1.98 metros, nació en Kazajstán, con nacionalidad ucraniana. Titular de peso completo OMB (2000-2003) y en su segundo “reinado” (2006-2015) acumuló las coronas FIB-AMB-OMB. Totalizó 28 cotejos mundialistas y colgó los guantes tras perder con Anthony Joshua en 2017.
Personalidades diferentes
Vitali es el actual alcalde Kiev. Asumió en 2014 y todavía se difunden las imágenes de las reyertas callejeras peleando contra manifestantes disidentes que lo atacaban con matafuegos. Pasional por sus causas, cuidadoso y cerebral con su imagen pública. Nunca pudo entender como los médicos de Las Vegas detuvieron su pelea con el británico Lennox Lewis, en 2003, por una herida menor, cuando comenzaba a doblegarlo y terminó perdiendo.
Dialogó con LA NACION, en su inducción al International Boxing Hall of Fame de Canastota, en Nueva York, en 2019. Hubo que pasar tres etapas protocolares y de seguridad para llegar a él. Cumplidas las mismas, fue cordial como pocos. Nos dijo: “En la política hay que entrenar tanto como en el boxeo. Hay que estar día a día haciendo lo de uno. El deporte es un mundo mejor y lo prefiero por sobre todo. El gran Max Schmeling habló poco conmigo, pero fue el primero en llamarme cuando perdí con Lewis. En su honor mi hijo lleva su nombre. ¿El estilo de los Klitschko? Si, sé que no le gusta a la mayoría, pero tiene un poquito de cada cosa y eso nos permitió sobrevivir por décadas. Prometo ir en misión política algún día a la Argentina”.
Vladimir es más informal. Completó doctorados de ciencias físicas y políticas en la Universidad de Kiev. Su fundación volcó sus obras benéficas en la reconstrucción de edificios históricos. Sobre todo, las iglesias.
Fue muy hostigado, verbal y moralmente, en Rusia durante sus dos contiendas mundialistas ante Sultán Ibragimov y Alex Povetkin -protegido del presidente ruso Wladimir Putin- en 2008 y 2013, respectivamente.
Batió con un K.O fantasma al cordobés Fabio “La Mole” Moli, en 2003, en Munich. Al día siguiente, avergonzado en conferencia de prensa, pidió disculpas por haber aceptado una pelea tan endeble. Wladimir estuvo cuatro horas en Córdoba, invitado por Volkswagen Argentina, el 22 de noviembre de 2007. Desestimó, en su breve estadía, reencontrarse con su peculiar oponente.
Muy aliado a los Klitschko asoma Oleksandr Usyk, actual campeón mundial pesado (FIB-OMB-AMB). Hijo dilecto de Crimea -puerto ucraniano “recuperado” por Rusia- que jamás aceptó tales cambios. Expuso sus principios ante una multitud que lo abucheaba tras hacer flamear la bandera azul y oro de Ucrania en el ring del estadio Olímpico de Moscú, en 2018, tras unificar el mundial crucero ante el campeón ruso Murat Gassiev. En este espacio, titulamos su historia: “El campeón que nunca quiso ser ruso”, el 18 de septiembre de 2021.
El valor por la lucha y la vigencia de la miseria del hombre vuelven a compartir el mismo escenario. ¡Pobre mundo querido!
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