

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
MUNICH.- Se terminó el Mundial y comienza la Eurocopa 2006. Desde España 82, el torneo no tenía este pleno europeo en semis. Curiosamente, tres seleccionados vuelven a cantar presente como hace 24 años: Italia, Francia y Alemania. El Portugal de Scolari viene a ocupar el lugar de aquella Polonia de Boniek, Buncol y Lato.
Como en 1982, tendremos un duelo entre italianos y alemanes. En Madrid, jugaron la final con el mejor grito de gol de todos los tiempos. El festejo de Marco Tardelli es inigualable. Los azzurri de Bearzot ganaron 3 a 1 y se consagraron tricampeones. Aquel equipo mandó callar a todos los críticos. Nadie creía en ellos, tras clasificarse a la etapa final al cabo de tres empates (Polonia, Perú y Camerún).
El espíritu del 82 revive en la Italia de Lippi. Muy cuestionada después del empate con los Estados Unidos, se aferra a aquel recuerdo como una fuente de inspiración. El vigente escándalo de los partidos arreglados por apuestas clandestinas tiene correspondencia histórica. Pablito Rossi regresó al fútbol justo para el Mundial de España tras haber cumplido dos años de suspensión, acusado de apostar en la clandestinidad. Después de un comienzo mediocre, Rossi marcó sus primeros goles en el cuarto partido, ante Brasil. En 2006, Luca Toni, el goleador esperado, rompió su bloqueo en el cuarto partido, doblete ante Ucrania. Alcoyana-alcoyana .
La France de Doménech también se ve reflejada en este molde. Tras los dos primeros empates ante Suiza y Corea, debía ganarle a Togo por dos goles para estar en octavos. Pero jugaba horrible y Zizou parecía un futbolista del montón. Tocado por las críticas de todo el mundo, el equipo se recuperó de manera increíble, sacó al cuco español, ZZ la descosió contra Brasil y llegó a la semifinal en su pico de rendimiento. El contraste con la primera etapa nos trae a la memoria el álbum del Mundial 82.
El filósofo y goleador Gary Lineker vuelve a estar de moda: "El fútbol es un juego muy simple. Juegan once contra once y al final siempre gana Alemania". La frase no tiene fecha de vencimiento. La Mannschaft nunca se borra del grupo de los ocho. Padeció contra los nuestros pero ganó en los tiros desde el punto del penal. El diario Bild puso en la tapa de su edición dominical el famoso papelito que Jens Lehmann revisó antes del remate de Cambiasso. Tenía muy buena data. El responsable del área se llama Urs Siegenthaler, suizo de 59 años. En un programa de computación llamado Posicab 1.7, compila toda la información de sus rivales, hasta cómo patean los penales. En este rubro, asombra la eficacia germana. Hace 24 años que un alemán no falla en una definición desde los doce pasos. El último fue Uli Stielike en la inolvidable semifinal contra Francia de España 82. A partir de allí, patearon 21 y acertaron todos. El registro incluye cuatro series en mundiales (Francia 82, México 86, Inglaterra 90 y Argentina 06) y la venganza de Wembley contra Inglaterra en la Eurocopa 96.
Si los ingleses son los padres del fútbol, entonces Luiz Felipe Scolari es el abuelo de este juego. Felipao tiene de hijos a Eriksson, Beckham y compañía. Los sacó de los últimos tres torneos importantes y con dos equipos diferentes (Brasil en 2002 y doblete con Portugal en Eurocopa 04 y Alemania 2006). Por personalidad y estilo, este equipo se parece al Gremio y al Palmeiras campeones de América con el Gene Hackman gaucho . Corren, meten, raspan, hacen tiempo, a veces juegan y te ganan.
Como en el 82, las dos potencias sudamericanas se despidieron antes de las semifinales. Brasil fracasó porque nunca ofreció su mejor versión en el torneo. Nada que ver con aquel equipazo marca Telé Santana, aun valorado en la derrota. A la Argentina le tocó la peor parte hace 24 años con un equipo sin renovación y sin hambre. Pero de aquí se fue invicto, renovado y con la sensación de haber hecho un buen torneo. España 82 fue el primer Mundial de Maradona. Alemania 06, el primero de Messi. Los dos habían llegado como estrellas y se estrellaron. A Diego lo echaron contra Brasil; a Leo no lo pusieron ante Alemania. En las dos caras, la misma sensación: el final de un Mundial...

