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Finalmente, después de más de ocho horas de deliberaciones, debates y ultimátum, Hugo Wernly fue elegido presidente de la Federación Ciclista Argentina (FCA). Como lo sugiere la extensión del proceso, no fue fácil su triunfo.
En el comienzo de la reunión, el interventor Rómulo Rojo Vivot desestimó el pedido de desalojo de los periodistas que estaban en la sede de la FCA -requerimiento de la delegada de la Federación Gran Buenos Aires, Verónica Alexandre-, puesto que la mayoría se opuso.
Entonces, el otro representante de la Gran Buenos Aires -Alfredo Alexandre- impugnó a algunos representantes, lo que encendió los ánimos, ya que -de acuerdo a los fiscales de la Inspección General de Justicia- no era procedente.
La elección de los cinco miembros de la Comisión de Poderes -encargada de ratificar la validez de las autorizaciones expedidas por cada federación regional y la legalidad de las candidaturas- fue una bisagra. Allí los hombres que respondían al santafecino Wernly derrotaron por 16 a 5 a los de Antonio Alexandre, lo que fue una exacta muestra de tendencias.
La movida de Gran Buenos Aires no se hizo esperar. Primero, en un golpe de efecto, retiraron a sus candidatos a la presidencia. Luego, durante las casi cuatro horas de cónclave en la Comisión de Poderes, votaron negativamente todas las presentaciones, aunque se encontraban en minoría.
Cuando, de nuevo en la asamblea, fracasaron sus mociones ante el dictamen de la mayoría, los Alexandre decidieron retirarse de la reunión, medida que fue imitada por otras cuatro entidades con derecho a voto. Eso redujo el padrón de votantes a 16 entidades.
El camino de Wernly a la presidencia se allanó aún más cuando Antonio Alexandre -su más fuerte oposición política- presentó su renuncia a la candidatura. La alegría invadió a muchos de los presentes, ante el virtual reconocimiento de su triunfo, pero Rojo Vivot impuso calma, explicando que el proceso debía continuar.
Cerca de las 2 de la mañana, el acto electoral fue sencillo pero con una carga de nerviosidad por lo inminente. El recuento legitimó el unánime triunfo de Wernly, culminando un largo y duro proceso de intervenciones que comenzó el 2 de marzo de 1995. Con la satisfacción del triunfo, este comisario deportivo se comprometió a respetar sus promesas. "Vamos a ordenar a la FCA y a buscar la integración de todas las asociaciones. Por diferentes inconvenientes, 24 se quedaron afuera de estos comicios; por eso quiero que sepan que vamos a solucionar sus problemas para que ejerzan sus derechos. Tenemos que poner de pie al ciclismo argentino; material hay, hace falta trabajo en conjunto".
Wernly, de 42 años, tuvo un comentario sobre la actitud de los Alexandre. "No me sorprendió que se retiraran cuando comprobaron que no podían triunfar. Esta clase de actitudes son lamentables".

