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MAR DEL PLATA.- Arrancó con todo El Ciclón. En su primer partido del año, venció a River por 2 a 1 y se prendió en la Copa Ciudad de Mar del Plata.
River venía de perder con Boca y necesitaba reencontrarse con la victoria, la misma que festejó durante los primeros cuatro encuentros del verano. San Lorenzo se hizo dueño de la pelota con Leandro Romagnoli como estandarte. Arrancó presionando acertadamente sobre los volantes millonarios Ledesma, Gancedo y Escudero, que se mostraron excesivamente estáticos e imprecisos. Mucha presión bien realizada por Grisales, Michelini, Erviti y Pusineri. Más arriba, Estévez luchó cada pelota dividida hasta el final. Todo sobre el sector izquierdo.
A los 9 minutos, una gran jugada de Romagnoli, por la izquierda, se entiende, terminó con el 1 a 0 para San Lorenzo. El volante enganchó y dejó en el camino a Trotta primero y Ledesma después -con un caño incluido- y definió muy bien al segundo palo de Bonano. Para poner en un cuadro y colgarlo en la pared. Mientras Romagnoli le dedicaba el gol a su madre Rita, que estuvo en la platea, el tanto fue largamente festejado por Ruggeri. Claro, el técnico hizo trabajar exclusivamente al juvenil para que gane en potencia y velocidad durante la pretemporada.
Con la ventaja, San Lorenzo se retrasó unos metros y controló mejor el medio. Mostró un interesante cambio de esquema táctico. Pasó de un 3-4-3 a un 3-3-2-2 y jugó sin posiciones fijas. Entonces, o sube Grisales o Erviti. Y sorprenden. Ramón estuvo preocupado. Tal es así que dio demasiadas indicaciones durante los primeros 45 minutos. Tuvo su posibilidad Escudero (volvió después de dos meses), debajo del arco, pero su remate se fue alto. A River le faltó actitud.
En el segundo tiempo San Lorenzo siguió más tranquilo y con un gran desgaste: los muchachos de Ruggeri lograron ubicar siempre un hombre más que River en la línea de volantes cuando no tenían la pelota.
River empujó con más voluntad que fútbol con Damián Alvarez. Se lució Campagnuolo después de sacar un gran remate de zurda de Gancedo. Pareció que el empate estaba cerca. Pero no. Falló Trotta, se avivó Raúl Estévez y definió el Chupa López. Fue el 2 a 0. Angel descontó y le puso emoción sobre el final, pero no alcanzó.
Festejó San Lorenzo. Porque fue más y siempre quiso ganar.



