Enero puso más alto el listón

Si bien en líneas generales es un mes de casi nula actividad oficial para la mayoría de los deportes, enero no pasó inadvertido en nuestro país para el automovilismo. El Dakar volvió a mostrar su vigencia a pesar de que muchos le auguraron una interés decreciente después del boom que causó en 2009. Y en el medio de su frenético ritmo, se vivió una jornada histórica en Puerto Madero, con la primera prueba de autos eléctricos en la Argentina. La llegada de la Fórmula E, con 14 ex pilotos de Fórmula 1, demostró que la nueva tendencia económico-ecológica también prendió en esta parte del mundo.

Ambas carreras aprobaron con creces y, a la vez, encendieron la alarma en la actividad local. Ahora más que nunca, cuando tantos cuestionamientos recaen sobre las categorías nacionales, el listón les quedó más alto todavía. Será hora de fallar menos porque -se sabe- nadie tiene comprado al público. Y mucho menos cuando la oferta que llega de afuera es atractiva y, en uno de los casos (el Dakar), gratuita para quienes quisieron acercarse a ver a las máquinas.

En marzo empezarán los campeonatos de TC y de Súper TC 2000. El primero deberá desentenderse de reglamentos fluctuantes, alivianar polémicas técnicas, evitar circuitos obsoletos y recuperar la lucha de marcas. El segundo ya no podrá visitar autódromos clausurados un domingo a la mañana, ni elaborar cronogramas con penalizaciones que la gente no entiende, ni ir a escenarios sin terminar, ni olvidarse de respetar los horarios, ni desempatar finales con una milésima de recargo.

Las dos divisionales más importantes del automovilismo local estarán en la mira. Tienen un año para afinar la puntería y no repetir fallas. El público, por las dudas, ya sabe que existen otras alternativas para entretenerse.