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Adrián Rousseau, jefe de uno de los grupos antagónicos en que se divide la barra brava de River Plate, declaró hoy durante tres horas ante el fiscal a cargo de la investigación del crimen de Martín Gonzalo Acro.
Rousseau, vestido con campera oscura y jeans, llegó a las 9.30 a la fiscalía ubicada en el barrio porteño de Saavedra, acompañado por su abogado, Ignacio Irurzun, y sin detenerse a hablar con los periodistas ingresó a la sede judicial, de la que salió a las 12.40, también en silencio.
Minutos antes de la llegada del hincha, el fiscal José MaríaCampagnoli había advertido que si no se presentaba a declarar, Rousseau sería llevado a su despacho por la fuerza pública.
Campagnoli también reveló que esta mañana presentó un recurso para insistir ante el juez Luis Rodríguez que se unifique la causa Acro con otros dos expedientes que involucran a los tristemente célebres Borrachos del Tablón (por los hechos de los quinchos y el playón) por considerar que forma parte de un "eslabón" de hechos relacionados.
Rodríguez había rechazado la unificación y si el magistrado no revé su postura, deberá intervenir la Cámara.
Campagnoli dijo esperar que Rousseau ratifique y brinde mayores datos de los que dio a la revista Veintitrés, que publicó declaraciones del barra diciendo que su jefe rival, Alan Schlenker, junto al hermano de éste, William, y otro grupo de esa facción, se reunieron diez días antes del ataque a Acro en la confitería Jonatan y se habló de contratar sicarios.
De brindar esos datos, según Campagnoli, "una de las líneas de investigación podría ser completada", aunque el fiscal habló de varias puntas a investigar.
"Tenemos esperanzas en esclarecer el homicidio de Acro", enfatizó Campagnoli minutos antes de la llegada de Rousseau.
Una vez que Rousseau ingresó al despacho del fiscal, Irurzun salió a hablar con la prensa -el testigo no puede declarar junto a un abogado representante- para adelantar que su cliente no haría declaraciones al salir aunque "va a decir todo lo que sabe" ante el funcionario del Ministerio Público.
También cumplió con su palabra de permitirles a los fotógrafos y camarógrafos hacer tomas de su cliente y pidió que lo hagan "de frente".
Así, ambos caminaron juntos hasta el auto del abogado, un coqueto Volkswagen New Beat, se mantuvieron así cuatro minutos delante de los fogonazos de los reporteros gráficos y recién después arrancó.
Irurzun rechazó que su cliente tenga vinculación con la muerte de Acro.
"Rousseau era muy amigo de Acro, por lo cual es muy poco serio pensar que sea responsable de su muerte", sostuvo el letrado ante una consulta periodística tras referírsele declaraciones de Alan Schlenker.

