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La fortuna, aquella que jugó en contra del caballo Fire Toss en numerosas ocasiones, ayer le hizo un guiño en el kilómetro de la pista de césped del hipódromo de San Isidro.
El pensionista de Hugo Pérez se adjudicó el clásico Gay Hermit (G III) por el pescuezo sobre el potrillo American Hero, que sufrió serias molestias de Es Saltense, tercero a la cabeza del escolta.
Si bien esos contratiempos incidieron en el resultado, sería injusto quitarle valor a la novena victoria del hijo de Fine Toss.
Primero, porque se adaptó a un trámite menos intenso que los que suelen deparar este tipo de cotejos y guapeó en la definición. Y segundo, porque no salió a la cancha en su plenitud física.
"Lo corrimos con una herradura especial en la mano derecha porque antes de la última carrera se desvasó y todavía no se recuperó", explicó el entrenador. Por eso, no duda en afirmar que "está volviendo a su mejor nivel".
Para Pérez, su caballo es "aguerrido, guapo y de mucho corazón. Un guerrero que rinde lo necesario y se amansa si dejan de exigirlo". Así, esta vez se dio el gusto de quedarse con el éxito en un clásico donde había escoltado a Theol en 2001 y fue tercero de Ball Sider el año último.
Su jockey, José Méndez, tuvo que trabajar más de lo previsto para ganar por segunda vez con Fire Toss. "Los roces entre los escoltas lo ayudaron un poco. Dudé del triunfo porque no arrancaba, pero cuando le bajé la fusta seguido lo hizo sobre el final", confesó ante el cronista.
La contracara de su felicidad era la bronca de Jorge Valdivieso, el jinete de American Hero.
"Ganaba yo seguro, pero el puntero (Es Saltense) me cruzó en los 600 metros y después volvió a molestarme cuando pasaba adelante. Al final nos superó el otro (Fire Toss)", señaló Valdi, resignado.



