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MONTEVIDEO.- La historia de los partidos entre Uruguay y la Argentina es bien frondosa y alimentada de choques inolvidables, que colocaron al clásico rioplatense en un rango jerárquico en la escena mundial. Pero en lo que se juega el equipo charrúa, el de esta noche a las 21.30 -las 22.30 de aquí- como nunca sensibiliza a terceros y pone el ojo ajeno sobre lo que haga el equipo nacional.
Como en un capricho de la historia, se recrea una escena que ya se vivió cuatro años atrás. Un equipo, el argentino, despojado de apuros desde que la victoria sobre Brasil, en junio último, le concedió el previsible pasaje a Alemania 2006; otro, Uruguay, jugado a un todo o nada que le pone los nervios de punta en busca del repechaje, la única posibilidad aún disponible de estar en el Mundial. A diferencia de aquella noche del 14 de noviembre de 2001, cuando a la celeste le bastó con un empate, esta vez sólo el triunfo la pondrá a resguardo de lo que ocurra con Chile y con Colombia, los otros aspirantes.
A los uruguayos, tan apegados a lo épico cuando se trata de fútbol, no les falta nada para incorporar el partido de esta noche a su archivo de fechas memorables. "Uruguay está casi listo para el partido del año", se lee en El Observador. Es el llamado a la garra y al legado histórico cada vez más lejano, pero siempre a mano para citas como la de hoy.
Si gana, Uruguay será el que dispute una plaza con Australia. Chile (jugará con Ecuador) y Colombia (ante Paraguay) están un punto por debajo. Si se registra igualdad en unidades entre dos o más equipos, primero se tendrá en cuenta el balance de los enfrentamientos directos entre ellos. En ese caso, Uruguay aventaja a Chile, pero pierde ante Colombia. Si hay triple empate, los uruguayos tienen mejor coeficiente en la comparación entre los tres. Para la Argentina es el adiós a unas eliminatorias irregulares, que encuentran en la línea de llegada más preguntas sin respuestas que las que serían convenientes. Especialmente por la cercanía creciente del máximo compromiso.
El DT Pekerman pensó en un menú de jugadores que le permitiera ensayar variantes entre estos dos últimos partidos. La presunción es que hoy se reservará a Lionel Messi para cuidarlo de la rudeza de los marcadores uruguayos. Será una pena no ver ratificados los atributos del juvenil rosarino para cambiarle el ritmo ofensivo al equipo. A los que jueguen los comprende la condición de test importantísimo en el tramo definitorio para confeccionar la última lista. Y a la Argentina, como expresión global, le caben la prueba de rendimiento y la posibilidad de evaporar las suspicacias.
El presidente de la AFA, Julio Grondona, opinó que quiere "ganar hasta a la bolita", frente a las suspicacias sobre la actitud que debería tener el equipo argentino ante Uruguay, que se medirán hoy en Montevideo por las eliminatorias del Mundial 2006. "Yo quiero ganar hasta a la bolita y hacer primero el hoyo", dijo Grondona, en declaraciones a Radio del Plata, cuando se le preguntó acerca de las sospechas sobre el resultado del partido. El titular de la máxima casa del fútbol argentino señaló que "hay que jugar a ganar", y que la misma actitud tiene que adoptar el seleccionado uruguayo para poder ir al repechaje ante Australia.



