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El amplio triunfo de Arsenal por 4 a 2 ante Almagro se fundamentó en la sociedad armada por Palavecino, Facundo Villalba y Morales, y en la contundencia de Gareca.
Desde el comienzo Arsenal controló la pelota; presionó, pero encontró la forma de crearle riesgo a Pardal. De todos modos, se advertía que el gol podía concretarse. Se lo perdió Gareca en una rauda carrera, con un remate desviado, pero la sorpresa fue en el otro arco: Almagro -que había hecho muy poco para ponerse en ventaja- se mostró implacable en los pies de Flavio Fernández, quien definió con un remate cruzado.
El equipo de Sarandí reaccionó con un gol de Gareca, tras recibir un rebote del arquero Pardal, quien no detuvo un fuerte remate de Morales.
El empate animó al equipo local, que se mostró más agresivo; y al final del primer tiempo se puso en ventaja con un remate de Palavecino.
En el segundo tiempo, Arsenal sostuvo la presión y otra vez fue dominador. Pero Almagro llegó al gol: fue el implacable Flavio Fernández, que aprovechó un error y empató.
Arsenal no se desalentó: reordenó sus líneas y fue para adelante. Su mejor juego era evidente, con buenas combinaciones y mucha presión en el medio campo. Y llegaron los goles y el triunfo. Lo concretó con una alineación renovada, con jugadores inteligentes y delanteros certeros en un partido que fue entretenido y con muchos goles.
Defensa y Justicia obtuvo una ajustada victoria por 2 a 1 frente a un equipo juvenil de Tigre, que se encuentra en el último lugar de las posiciones.
Los goles del equipo local fueron convertidos por Arévalo y Casado -por tiro penal- mientras que descontó Acosta cuando faltaban dos minutos para el final.
Luego de un primer tiempo de bajo nivel, Defensa mejoró a partir del buen juego de Juan Carlos Zuleta y de Pablo Casado; así generó varias situaciones de gol ante un rival desorientado y con escasas ideas ofensivas.



