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TANDIL.- (De un enviado especial) La fiesta del Viaducto se trasladó a Tandil. El puñado de hinchas que ocupó la cabecera del estadio General San Martín celebró junto con los jugadores la victoria apretada, pero justa, que convirtió a Arsenal en el primer campeón que entregó el año; y, además, se transformó en el equipo que quebró la hegemonía de Rosario Central, que había obtenido las dos anteriores versiones de este cuadrangular.
Los técnicos, Jorge Burruchaga, de Arsenal, y Néstor Gorosito, de Lanús, tomaron el decisivo partido con una mirada diferente. Porque el DT del equipo de Sarandí colocó en el campo una alineación muy similar a la que jugó, en el pasado semestre, el torneo Apertura y la Copa Sudamericana; Pipo Gorosito, por su parte, decidió darle juego a varios juveniles y resguardar a algunas de sus principales figuras como Ezequiel Carboni, Rodrigo Díaz, Claudio Graf, Daniel Tilger.
El triunfo de Arsenal tomó forma sobre la base de la destacada labor de tres jugadores: el despliegue y claridad de Santiago Hirsig, la contundencia de un goleador como José Luis Calderón -anotó los tres goles del equipo en el cuadrangular, el de ayer y los dos a Quilmes-, y la seguridad que transmitió el arquero Alejandro Limia, que sobre el final le detuvo un penal a Cristian Fabbiani.
A ellos se unió el resto de la tropa que, como ya es marca registrada, presentó el habitual orden, aunque esta vez le adosó una alta dosis de ambición en ofensiva, una cualidad que no suele demostrar Arsenal en partidos oficiales.
Pero a pesar de ser desde el comienzo el dueño del desarrollo, el gol llegó en el segundo tiempo: combinaron Javier Morales y Calderón y el goleador, cuando estuvo enfrente del uruguayo Claudio Flores, definió con serenidad.
La Copa del Sur llegó a su fin. La familia tandilense vivió su pequeña pero emotiva fiesta anual: la que desde hace tres años adoptó a equipos de menor tenor pero que sacuden la tranquilidad habitual que regala la ciudad.

