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Un viejo adagio en materia deportiva dice que el fútbol no tiene lógica. Esto en ocasiones puede ser cierto, pero por lo visto ayer en la tarde de Sarandí, puede decirse, como un contrarrefrán, que muchas veces los resultados futbolísticos son lógicos.
Arsenal le ganó en forma contundente por 3-1 a Tiro Federal, poniendo en evidencia las enormes diferencias que, al menos ayer, tuvieron ambos equipos.
La actuación del equipo de José María Bianco fue llamativa. Primero hizo los goles y después los justificó.
El inicio del primer tiempo mostró un tibio dominio de Tiro Federal, con buen manejo de pelota pero sin lastimar. Hasta que a los doce minutos llegó el primer grito para Arsenal. Córner de la derecha, jugada preparada entre Santiago Raymonda y Juan Pablo Caffa, que doblaron la marca de Adrián Romero, centro de Caffa y en el medio del área apareció Patricio González para marcar con un derechazo, que ingresó en el arco tras rebotar en el travesaño.
A partir de ese momento se empezó a ver un buen tratamiento de la pelota por Arsenal, con argumentos simples pero convincentes. La solidez de los centrales, que rechazaban de punta si era necesario, sobre todo Ibrahim Sekgya. Un medio campo que recuperaba con la buena tarea de Santiago Hirsig en el medio. Y después era fácil: pelota para Silvio González, la figura de la cancha, que tirado sobre la derecha de su ataque hizo un surco en la defensa rosarina, ya sea encarando a sus marcadores o asistiendo a sus compañeros.
Así fue como apenas pasada la media hora de juego, tras un descanso decretado por el árbitro Carlos Maglio para que se hidrataran los jugadores. Los González se asociaron para el segundo gol del equipo de Bianco. El Pulpo desequilibró por la derecha, llegó al fondo y Patricio sólo tuvo que empujarla para lograr su segunda conquista y la de su equipo.
Mientras tanto, Tiro Federal no lograba hacer pie. Germán Basualdo luchaba en el medio campo, aunque a veces se excedía con la pierna fuerte. Pero la tarea del ex jugador de Nueva Chicago no tuvo eco entre sus compañeros y perdía una y otra vez en una lucha despareja.
Encima, en un tumulto se manotearon innecesariamente Darío Espínola y Hernán Buján. Resultado: expulsión para los dos.
Los veinte primeros minutos del segundo tiempo mostraron al equipo rosarino atacar voluntariosamente, pero sin claridad. A fuerza de centros y córners metió a Arsenal cerca del arco de Wilfredo Caballero, pero sin crear una sola situación clara de gol frente al arquero.
Bianco pegó unos gritos y ordenó mejor a su equipo. Además, el técnico primero mandó a la cancha a Javier Yacuzzi, que por la franja izquierda le aportó claridad, y luego a Leonel Ríos, que se convirtió en el enganche, pedía la pelota y encaraba, más allá de alguna patada artera que recibió de los resignados jugadores rosarinos.
El tercer gol de los locales entonces llegó por decantación. Centro desde la derecha de Yacuzzi y solitaria aparición de Mariano Brau para convertir con un cabezazo.
Preocupante la situación de Tiro Federal, que está último en la tabla de promedios, pero sobre todo por la escasez de argumentos futbolísticos que demostró y también por la falta de respuesta anímica.
Los hinchas de Tiro Federal coreaban el nombre de José "Chaucha" Bianco. Quieren que el DT vuelva a dirigir al equipo que llevó a primera.
"Si nos calificamos de uno a diez, estamos en siete puntos." Eso considera el DT de Arsenal, que ha ganado dos partidos consecutivos de local.
Cerca de 300 personas pagaron para ver el partido, entre ellas 40 acompañaban a Tiro Federal. La recaudación fue irrisoria: 4281 pesos.

