Banfield, un equipo que con triunfos armó un círculo virtuoso
Dos equipos con presentes diferentes, dos realidades que se reflejan en la tabla de posiciones y también en el desarrollo de un partido. El fútbol es un deporte de contagio, y mientras Banfield desanda sus días con euforia, al armar un círculo virtuoso a través del encadenamiento de éxitos, Huracán se hunde, se desploma, y los constantes cambios de rumbos no le alcanzan para recomponer la imagen. El juego subió y bajó su intensidad, según el compás que impuso Banfield, que asfixió con una presión alta y así empujó al rival a equivocarse. La partitura era interpretada con corrección, pero no alcanzaba para encender la ilusión: carecía de eficacia, de contundencia en los metros finales.
En una estructura en la que Erviti es quien maneja los tiempos, con Bertolo y el uruguayo Silva como socios, son los juveniles quienes le aportan el vigor. Una de las razones del cambio que enseñó Banfield, después de la irregularidad que enseñó en el comienzo del torneo, donde alternaba buenas actuaciones con partidos en los que no se reconocía, se concentró en la aparición de caras nuevas que refrescaron el juego. Emanuel Cecchini fue una de ellas. De 19 años, el volante le quitó el puesto a Juan Manuel Cobos, le dio forma junto con Eric Remedi al doble cinco que patrulla la zona media, y ayer fue la llave de la victoria, después de recoger un despeje corto de Fritzler. Un futbolista que empezó a tener rodaje con frecuencia durante el ciclo Almeyda y que se afianzó con Falcioni. Fue su segundo festejo, después del tanto a San Martín, de San Juan, en la quinta fecha del torneo.
Si Banfield tiene motivos de esperanzarse, al sumar cuatro triunfos en serie y cinco encuentros sin derrotas, además de haberle quitado el invicto a Estudiantes e impedirle a Newell's dar el salto a la cima, hace una semana, en Rosario, el rival recorre el camino inverso y no tiene de dónde aferrarse para entusiasmar. Apenas logró una victoria (en el debut del ciclo Caruso Lombardi) y el tropiezo de ayer lo hundió en la zona de descenso. Apuzzo tomó las riendas de un plantel a la deriva, que en el Sur generó poco y se encontró con el travesaño (remate de Romero Gamarra) y el despeje sobre la línea de Soto, tras disparo de Bogado.
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