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Estaba claro que no era una gestión sencilla. Se estimaba que se iba a tratar de una contratación con varios capítulos. Entonces, que se demore la llegada de Paolo Guerrero no es de extrañar. Sin embargo, las últimas noticias permiten comprender que día a día el desembarco del delantero peruano a Boca se va complicando. Problemas familiares, diferencias en el monto del salario y una cláusula de rescisión que parece no ser la correcta, son algunos de los inconvenientes que alejan al futbolista del equipo de Miguel Ángel Russo.
Uno de los problemas que primero debe resolver Boca es poder acortar las diferencias en el salario de Guerrero. Según se pudo averiguar, Juan Román Riquelme, le habría ofrecido ganar 1.400.000 de dólares por año, sin embargo el futbolista no estaría conforme y pretendería 1.000.000 más por temporada.
Además, la entidad xeneize está trabajando para aclarar si los 4.5 millones de dólares que estaban establecidos como cláusula de rescisión del peruano es efectivamente la cifra que lo libera de Inter de Brasil o corresponden a un seguro firmado por el futbolista con la entidad brasileña en el que se compromete, por dos años, a mantenerse lejos de actos de indisciplina.
Las gestiones también está demoradas porque Guerrero tuvo que volver a Perú por un inconveniente que tiene su hermano: Julio Coyote Rivera, que fue demorado por la policía por conducir en estado de ebriedad. Además, en la comisaría de San Borja, el hermano del delantero tuvo que se trasladado a la clínica Vesalio tras sufrir una descompensación cardíaca.
Lorena Cárdenas, esposa de Julio Rivera, afirmó que el exfutbolista sufre de hipertensión. Agregó que su esposo reconoce haber cometido un error al manejar su camioneta luego de haber ingerido alcohol.
Se mantendrán las conversaciones, incluso, Roberto Digón, uno de los vocales de Boca, aseguró que podrán resolver todos los contratiempos, sin embargo, este tipo de complicaciones son las que hacen creer que la llegada de Guerrero a Boca, para sumarse al plantel de Russo, es una ilusión que se evapora días tras día.