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"Ese señor, que no se cómo se llama, me está insultando". La frase de Guillermo Barros Schelotto, durante la revancha de la semifinal de la Libertadores 2004 entre Boca y River, hacía referencia a Javier Sodero, quien formaba parte del cuerpo técnico de Leonardo Astrada. Y es, sin dudas, uno de los momentos más recordados de aquel cruce histórico. Sin embargo, la picardía del Mellizo (una más) había comenzado algunos minutos antes y terminó poco después, cuando hizo expulsar a Rubens Sambueza.
-Te expulsaron- le dijo Guillermo al futbolista de River.
-¿Qué?- respondió un atónito Sambueza.
-Que te expulsaron.
El comentario de Barros Schelotto provocó la ira de Sambueza, que increpó al árbitro Héctor Baldassi por una expulsión que no había existido. ¿Cómo terminó? Con la expulsión. "Esa noche Guillermo hizo lo que quiso", se quejó alguna vez un hincha millonario. Y su noche no se terminó allí. Al ser consultado por un periodista sobre el significado de haber ganado en el Monumental, respondió: "Se lo dedicamos a ellos, que hicieron quilombo en los dos partidos... Que hicieron quilombo en los dos partidos, pero no tienen pelotas para jugar finales como nosotros".
Esa era una de sus mayores virtudes como jugador: manejar situaciones límites, desafiar a los desafíos, sacar a cualquier rival. Ante River, rival contra el que dirigirá su segundo partido como entrenador de Boca el domingo a las 17 en el Monumental y el primero por el torneo de Transición, siempre dejó su sello. Aquí, algunas de sus picardías frente a los millonarios:
Bonus track por dos
-Che, ¿por qué no te comprás una sotana?- lo cargó Gustavo.
-Callate, que yo tengo dos palos en el banco- respondió Francescoli, en referencia al dinero que había ganado en su carrera.
-Está bien, lástima que con esos dos palos no podés cambiarte la cara de sapo que tenés.
jp/ph




