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En una corte de Londres, un príncipe saudita y un hombre de negocios, dirimen quién se queda con la mayoría accionaria de Sheffield United, uno de los dos clubes de Sheffield que acaba de ascender a la Premier League ingelsa. Kevin McCabe, un magnate inglés de 71 años y el príncipe Abdullah Bin Mosaad bin Abdullah Al Said se enfrascaron en una batalla sin cuartel desde que McCabe acusó a su colega de no tener los millones que le había prometido en 2013, cuando se asoció con él para inyectarle billetes frescos al club. Hasta ese momento, McCabe llevaba invertidos más de 120 millones de dólares de su propia fortuna.
El segundo día del juicio (está previsto que dure cinco semanas, según consignó el Daily Star) aportó una sorpresa. En un momento del debate, los jueces indagaron sobre los 10 millones de libras esterlinas (12 de dólares) que Abdulla Al Said había invertido en el club en 2013. Las evidencias demostraron que no todo ese dinero era suyo. Y que parte de esa cifra (3 millones de libras, unos 5 millones de dólares) provenían de la familia del terrorista más famoso del mundo: Osama Ben Laden, el fallecido líder de la organización Al-Qaeda.
Según publicó el Daily Star, los jueces indagaron sobre la manera en que los 3 millones de libras debían ser devueltos. McCabe y el príncipe volvieron a discutir. Según McCabe, su socio le había dicho que ese dinero no tenía contraprestación. El abogado del príncipe lo refutó. Y aportó como prueba un intercambio de correos electrónicos con el director del club, Jeremy Tutton. "Odiaría ver una portada del diario que dijera: "Sheffield United lava dinero para los extremistas". Los abogados del príncipe saudí entienden que eso es prueba suficiente de que en el club se sabía quiénes eran los que lo financiaban.
La inversión en Sheffield United, que se ubicó segundo en el Championship inglés y privó del ascenso al Leeds que dirige el argentino Marcelo Bielsa , no es la única del clan de Ben Laden en el deporte. En 1979, la escudería Williams de F1 estampó un el logo de la cadena hotelera Albilad. El fundador de la compañía era Mohamed Ben Laden, el padre de Osama.