Godoy Cruz no pudo con Gimnasia en La Plata: empató 2 a 2 y puede dejar de ser líder

LA PLATA.– Tal vez el 2 a 2, la igualdad que divide puntos, no le sirvió a ninguno de los dos. Porque Godoy Cruz , luego del golpazo en su casa contra San Lorenzo, debía exhibir otra muestra de su carácter para mantenerse en las alturas. Lo logró, es cierto. Pero a medias, porque en esta jornada, según otros resultados, puede perder la exclusividad. Gimnasia aún lo está lamentando, porque ganaba 2 a 0 y se quedó. Hubiera quedado a centímetros de la cima y se pinchó. Fue una interesante noche de fútbol, sostenido con juego y corazón, más allá del barro, de un césped maltratado por el clima insufrible.

Detrás del resultado, del escenario que envuelve, desde ahora, a los dos equipos, es bueno volver a recordar que este torneo, un experimento extraño e incómodo, se transformó en uno de los mejores de los últimos años. Por los goles, por las emociones, por la envergadura de los elencos, porque casi ningún equipo está fuera de órbita. Hay excepciones, lógicamente, pero el grupo nutrido de los primeros 10, en una frontera y en la otra, ofrecen un espectáculo apasionante, impensado.

En el Bosque no fue una excepción a tanta adrenalina que se desprende en cada salida a un campo de juego. Emoción, suspenso, acciones de laboratorio, inventiva y audacia. Algún atrevido, años atrás, sostuvo que el triunfo parcial por 2 a 0 representa "el peor resultado", una declaración respaldada en la supuesta relajación del equipo que está en ventaja circunstancial. Parece toda una ofensa: quién no querrá ir ganando por una diferencia cómoda. Sin embargo, realidad o fantasía, suele darse esa sensación de triunfalismo fugaz. Gimnasia ganaba y agradaba a la vista de todos, sobre todo, en su casa, ante sus hinchas. Godoy Cruz era la imagen de la desidia. De pronto, de un plumazo, el escenario cambió de modo drástico. Porque el 2 a 0 se convirtió en 2 a 2.

El primer grito se presentó por un error de Trucco, que entendió una mano casual en el área de Ceballos como determinante para sancionar penal. Licht abrió el score. Y más tarde, como si se tratara de un vendaval, Gimnasia marcó el segundo, con un derechazo cruzado de Bou, luego de un extraordinario pase de pecho de Rasic. Alto, preciso, influyente.

Pudo estirar la diferencia el equipo dirigido por Gustavo Alfaro, que suele tener todo bajo control, todo planificado, si se trata de dirigir a un elenco que tiene una ventaja considerable. ¡Cómo sufrió los minutos siguientes! Porque el Lobo, sufrido desde sus orígenes, pudo golear y estaba en igualdad de condiciones con su calificado rival.

Porque Godoy Cruz es el líder, a pesar de que no le sobra demasiado. Está arriba porque su idea es el convencimiento grupal, la solidaridad. Zuqui, luego de un rebote y Ayoví, con un cabezazo de pique al césped tras un centro sensacional de Abecasis, cambiaron la ecuación. Pero el elenco mendocino no acorraló, con el viento a favor, a Gimnasia: fue todo al revés. El Lobo volvió a tomar el protagonismo, lejos de perderse en las angustias del pesimismo existencial. Un fantástico remate de Rinaudo chocó contra el travesaño, lo que dejó una sensación: no era la noche ideal para el conjunto platense.

El penal de Licht

El gol de Bou

El descuento de Zuqui

El empate de Ayoví